Sin desmerecer su innegable encanto paisajístico, Costa de la Calma también destaca por tener una dilatada historia a sus espaldas. De hecho, fue aquí donde, 1343, el rey Pedro IV de Aragón desembarcó antes de hacerse con el control de la isla y apartar del trono a Jaime III de Mallorca.
En cualquier caso, este episodio poco tiene que ver con la tranquilidad que caracteriza a este lugar residencial, hasta el punto de haberle dado nombre. Y para percatarse de ello, basta con recorrer las principales atracciones turísticas de Costa de la Calma.
Sin duda, si por algo destaca este rincón de ensueño es por sus extraordinarias playas. Por ejemplo, la ya mencionada Cala Blanca o playa des Castellot, ideal para relajarse nadando en el mar o contemplar una de las puestas de sol más bonitas de Mallorca. Otro tanto podría decirse de la playa de Mont d’Or, de arena blanca y grava y situada al borde de un precioso acantilado. Su tupida vegetación mediterránea y sus aguas de color azul turquesa son un verdadero estímulo para los sentidos.
A esta lista habría que añadir la playa de Santa Ponsa, circundada de pinos y considerada como la playa de arena más larga de la zona (mide unos 560 m de longitud, a los que se suma la cala conocida como Caló d’en Pallisser, muy adecuada para fondear embarcaciones). Ubicada justo al lado de Cala Blanca, cuenta con servicio de socorristas, así como una nutrida oferta de restaurantes y de locales de ocio.
No obstante, el municipio de Calvià reúne otros reclamos, como el molino de Santa Ponsa, de mediados del siglo XIX y vestigio de la economía tradicional mallorquina, o la cruz del Descubrimiento, un paraje muy frecuentado por los aficionados a la pesca.
Y por supuesto, no hay que perder de vista la proximidad de Palma de Mallorca, la capital balear. Dotada de todas las comodidades, esta urbe descuella por su gran oferta monumental, con su majestuosa catedral gótica, el castillo de Bellver y el conjunto histórico del barrio del Jonquet como punta de lanza.
Finalmente, convendría referirse también a la cercanía de la sierra de Tramuntana, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2011.