Sin duda, uno de los platos fuertes de Puerto de Alcudia son las encantadoras playas que se despliegan en sus inmediaciones.
Una de las más famosas es la impresionante Playa de Muro, cuyos 5,2 km de extensión la convierten en una de las más extensas de la bahía de Alcudia y, en definitiva, de toda Mallorca. En cualquier caso, tampoco hay que perder de vista otras opciones no menos recomendables. Un buen ejemplo es S’Aucanada, una playa familiar de 3,5 km de longitud, muy tranquila y pegada a Puerto de Alcudia. Estas características hacen de ella una magnífica elección para aquellos quienes decidan viajar a Mallorca con niños.
Pese a ser más pequeña que las anteriores, tampoco hay que dejarse en el tintero la playa de La Victoria, una coqueta cala de arena, piedra y rocas que se halla cerca de S’Illot. Lo mismo podría decirse del Coll Baix, prácticamente virgen, o la playa de Sant Pere, de arena y rocas y sita en la urbanización de Es Mal Pas, justo al lado de la playa de Sant Joan.
Por supuesto, en ese apartado de recomendaciones sobre qué ver en Puerto de Alcudia tampoco podía faltar la indescriptible Alcudia, un municipio que, pese a tener poco más de 21.000 habitantes, ostenta el título de ciudad desde 1523. Su buque insignia es su trazado urbanístico medieval, circundado por dos recintos de murallas. Sus callejuelas son de lo más pintoresco, y algunos edificios conservan elementos característicos de la Baja Edad Media.
Otro lugar que conviene visitar si optas por viajar a Puerto de Alcudia es la playa de Can Picafort, así como el espectacular cabo de Formentor, que es el entrante de tierra más al norte de Mallorca. Igualmente, es más que aconsejable dejarse mecer por la calma de Puerto de Pollença. O admirar las ruinas romanas de Pollentia, una antigua colonia que data de la época republicana e imperial. En este yacimiento arqueológico, tendrás la oportunidad de viajar en el tiempo y contemplar vestigios verdaderamente únicos.