Cómo organizar un pícnic en la playa (de forma sostenible)
Objetivo: organizar el mejor pícnic en la playa sin dejar de lado la sostenibilidad. Es fácil si sigues unas sencillas pautas para cuidar de la salud costera. Optar por recipientes reutilizables (o biodegradables), recoger siempre tus residuos y acercarte a los animales y a las plantas con respeto, gestos conscientes y que no requieren de demasiado tiempo ni esfuerzo, son sólo algunos ejemplos. Crearás un espacio hedonista para disfrutar del plan y de la compañía en primera línea de mar. Conectarás con el entorno y con tu propia presencia. Las siguientes ideas y consejos te ayudarán.
Ideas para un pícnic en la playa
Elige bien el lugar (y el momento)
Cuando se trata de un pícnic en la playa, el lugar lo es todo… o casi. El momento hará que el sitio escogido resulte del todo perfecto. Al atardecer, mientras las tonalidades cambiantes del cielo se funden con los reflejos del mar y el sol va descendiendo hasta tocar la línea del horizonte, la magia se eleva. Además, en la golden hour las playas suelen ser más tranquilas que a otras horas del día; encontrarás un trocito de costa solo para ti. Como norma general, procura no situarte ni muy cerca de la orilla (en algunos puntos del mundo, la marea puede subir al caer la tarde) ni muy lejos (para así sentir la proximidad de las olas sin sobresaltos).
Crea el ambiente adecuado
No te hará falta más decorado que una playa o una cala paradisíacas: apuesta por una ambientación sencilla que no le reste protagonismo a la naturaleza. Un mantel de lino o de algodón para extender en el suelo, unos cojines para sentarse y una iluminación cálida a base de farolillos solares o velas eléctricas para cuando empiece a anochecer, bastarán para crear la atmósfera ideal. Recuerda que está terminantemente prohibido encender hogueras en los espacios naturales no habilitados para ello. El aquí y ahora se convertirá en tu mejor ornamento; en el adorno definitivo.
Hazlo sostenible
¿Tienes previsto organizar este plan durante tus próximas vacaciones a un destino de costa? Un pícnic en la playa con ideas sostenibles puede marcar la diferencia. Además de guardar en tu maleta un kit de viaje desperdicio cero, no te olvides de llevar utensilios reutilizables para comer al aire libre, como platos, cubiertos, vasos o copas y otros recipientes para guardar los alimentos. Incluye también varias bolsas vacías para recoger los restos y la basura que encuentres en el entorno. Volviendo a la localización: infórmate antes de desplegar la colcha, ya que en muchos lugares protegidos no está permitido. Por último, no toques las plantas ni molestes a los animales.
Prepara un picoteo de temporada…
¿Y la comida? ¿Qué llevar a un pícnic en la playa para seguir promoviendo la sostenibilidad? Prepara un picoteo de temporada a base de ingredientes locales obtenidos de manera responsable y en el que primen los productos de origen vegetal. Algunas ideas saludables (y ricas) son un guacamole clásico con aguacate, tomate, cebolleta, lima y cilantro; unas patatas bravas rellenas; crêpes dulces y saladas con fruta, queso o verduras; una gran ensalada de pasta; sándwiches de tomate seco, rúcula, huevo duro y pesto; un plato de fruta fresca con semillas, frutos secos y miel o un brownie casero para el postre. Aquí encontrarás más recetas.
… y un brindis por las vacaciones
Un cóctel de colores junto al mar sabe mejor que en cualquier otro sitio. Sorprende a tus acompañantes preparándolo tú mismo. Lleva hielo, coctelera y copas reutilizables y olvídate de los vasos de plástico y de las pajitas. Puedes decorar tu creación con elementos naturales, como fruta recién cortada, frutos rojos congelados o unas aromáticas hojas de menta, lavanda o albahaca. Si llevas una botella, asegúrate de que se mantenga bien fría. Estas ideas de pícnic en la playa sirven para cualquier momento del día y mejoran con el atardecer. Pero la noche tiene sus propios códigos.
Qué llevar a un pícnic en la playa de noche
Luces, cámara… ¡acción!
Hay dos formas de iluminar un pícnic en la playa de noche. La primera es la natural, dejando que la luz de la luna y de las estrellas envuelva la escena. Durante la fase de luna llena, puede que ni siquiera necesites llevar un elemento de iluminación extra. En luna nueva, cuando el cielo está más oscuro desde la perspectiva de la Tierra, se ven mejor las estrellas. No está de más contar con algunas velas eléctricas, faroles o incluso con una pequeña linterna. Aprovecha para hacer fotos sin flash que inmortalicen la belleza del instante sin importunar a los animales marinos. Una vez extendido el mantel y preparado el ambiente, las posibilidades serán infinitas.
Una cena ligera a la luz de la luna
Si coincide con la hora de cenar, en tu pícnic no puede faltar una cesta con todo lo necesario para un picoteo ligero. Evita los platos procesados o preparados, en especial, los que vienen en envases de plástico de un solo uso. En su lugar, prepara aperitivos caseros para compartir, como una ensalada de frutas exóticas con una vinagreta de mostaza, un hummus con crudités, unas fajitas mexicanas o una sopa fría. Cuidarás de ti y de los tuyos cerca del mar, pero también de ecosistemas costeros tan importantes como los manglares. Llévalo todo ya listo para comer pues, al ser de noche, puede que no cuentes con la suficiente iluminación para cocinar sobre la arena.
Buceo nocturno
Para una velada diferente, después de la cena atrévete con una inmersión nocturna. Eso sí, si no eres experto en un deporte tan extremo como el submarinismo en la oscuridad, opta por el esnórquel, que no requiere de apenas entrenamiento y que te permitirá apreciar el universo marino de noche sin alejarte de la orilla. Algunos arrecifes de coral se encuentran tan cerca que pueden verse incluso desde la superficie, por lo que no te hará falta adentrarte mucho en el mar para experimentar el placer único de conectar con él bajo las estrellas. También puedes apuntarte a una expedición guiada. Sé precavido, sobre todo si hay viento o el oleaje es intenso.
Un libro siempre es una buena idea (sí, también de noche)
Una cena y un brindis están bien, pero completarlos con algo que te haga vibrar está todavía mejor. Y eso no siempre implica lanzarse a surcar los fondos marinos. ¿Alguna vez, a lo largo de tu infancia, has leído dentro de un saco de dormir alumbrándote únicamente con una linterna? ¿Has acampado a cielo raso y asistido al relato de historias de misterio que te ponían los pelos de punta y que, al mismo tiempo, te encantaba escuchar? Esos instantes de la niñez se asocian a la libertad y a las vacaciones. Rememora esa edad y esas sensaciones en tu próximo pícnic en la playa de noche con un libro viajero, la luz de un farol y la majestuosidad de la naturaleza nocturna desplegándose a tu alrededor.
Momento limpieza
Un pícnic en la playa con ideas que velen por el medio ambiente y por tu bienestar conlleva limpiar el entorno antes de marcharte. Rechazando los plásticos de un solo uso, tendrás media batalla ganada cuando llegue la hora de recoger. Como habrás incluido varias bolsas vacías junto a los platos de acero inoxidable o las servilletas de tela, podrás guardar fácil y rápidamente los restos para llevarlos al contenedor más cercano. Deposita la basura orgánica en el cubo que le corresponde y recicla los otros residuos. ¡Ah! Y asegúrate de que no te dejas nada en la arena.
Pícnic romántico en la playa: trucos y consejos
Sorprender vs. planear
Sorprende a esa persona especial con un pícnic en la playa en pareja y nunca lo olvidará. O planéalo con él o con ella para que ningún detalle quede al azar. Ambos modos de concebir la cita son válidos; tú decides cuál va más con vosotros. El primero juega con la espontaneidad y el asombro, mientras que el segundo intensifica la emoción al compartir los preparativos. Sea cual sea tu estilo de romanticismo, si aplicas estas ideas de pícnic en la playa, os regalarás a los dos la oportunidad de pasar juntos tiempo de calidad y de crear recuerdos significativos frente a la inmensidad del océano.
El amor está en los detalles
El éxito de un pícnic romántico en la playa se mide por su capacidad para conmover. Piensa en los detalles, donde dicen que el amor reside. Además de en la decoración, el picoteo o el brindis, piensa en qué le gusta a tu pareja y adapta el encuentro a su personalidad. Por ejemplo, si le apasiona la música, llévate un pequeño altavoz portátil que puedas conectar al móvil. Prepara una lista de reproducción con sus canciones de viaje favoritas para escuchar a bajo volumen, en la intimidad de vuestra manta de pícnic para no molestar al resto. ¿Le encanta caminar? Culmina la cita con un paseo descalzos a la orilla del mar, con el oleaje siendo testigo de vuestra complicidad.
Una actividad diferente
Un pícnic en la playa en pareja también admite planes inesperados y originales. Algo que ni siquiera la persona que mejor te conoce se espere. Benefíciate de que os encontráis en plena naturaleza para organizar actividades fuera de lo habitual y respetuosas con el medio ambiente, como el avistamiento de aves (necesitaréis unos prismáticos), la observación de estrellas (orientándoos con un mapa o con aplicaciones móviles específicas para ello) o la identificación de plantas en peligro de extinción (hazte con una guía botánica del destino). Enriquecerán la velada y os permitirán profundizar en vuestro vínculo con nuevas formas de inspiración.
¿Y después?
Un pícnic romántico en la playa puede alargarse hasta el infinito y convertirse en el preludio de unas vacaciones inolvidables. En los hoteles Iberostar para parejas, el plan sigue en unas instalaciones especialmente pensadas para vosotros y en vuestra habitación con vistas al mar. Después de brindar junto a la orilla y de dejar la naturaleza mejor de cómo la encontrasteis, seguiréis practicando el turismo sostenible en un alojamiento que entiende y celebra vuestra filosofía. Piensa en toda la diversión que os aguarda al día siguiente de ese pícnic romántico. Cenas para dos en restaurantes gourmet, sesiones de spa y wellness, rutas por la naturaleza, deportes al aire libre y espectáculos en vivo son algunos de ellos.
