Fecha de publicación 23/02/2023
¿Qué es el turismo sostenible? Ejemplos que pueden salvar el planeta
Seguro que has oído hablar de turismo sostenible. El concepto es relativamente nuevo, pero lleva implícita una larga historia de responsabilidad y conexión con la naturaleza. Al mismo tiempo, la importancia del turismo sostenible trasciende el momento presente para garantizar un porvenir. La clave está en ir más allá del ahora: aprender del pasado, mirar hacia el futuro. En cambiar la narrativa. ¿Quieres saber qué es el turismo sostenible? En este artículo te lo explicamos con detalle junto a ejemplos concretos que pueden salvar el planeta.
Iberostar quiere liderar este cambio llevando a la práctica iniciativas claras de vacaciones sostenibles. Gracias a su compromiso con la salud de los océanos, y a planes basados en la ciencia, el movimiento Wave of Change hace del turismo responsable una realidad.
Definición de turismo sostenible
Pero ¿qué es el turismo sostenible? Para empezar, es un modo diferente de hacer las cosas; y también una filosofía. Porque el turismo sostenible se basa en la acción, y la acción se basa en los valores. Partiendo de este principio, unas vacaciones sostenibles son aquellas que generan un impacto mínimo sobre el medioambiente. Sumado a esto, también hay gestos que ayudan a cuidar y a regenerar los ecosistemas (y que no están reñidos con la experiencia de vivir unas vacaciones inolvidables).
Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), perteneciente a las Naciones Unidas, el turismo sostenible es aquel que “tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas”. Dicho de otro modo, el turismo sostenible cuida de las personas, de los animales y del planeta.
Para introducirte de pleno en este concepto, a continuación te damos algunos ejemplos de turismo sostenible de los que tú también puedes ser partícipe. Seguro que tus próximas vacaciones adquieren un significado distinto.
Rechazar los plásticos de un solo uso (también en los hoteles)
Desde 2020, todos los hoteles de Iberostar están libres de plásticos de un solo uso, convirtiéndose de este modo en un referente a la hora de tomar una medida de tal magnitud. Este dato significa que, en la actualidad, existen 38.100 habitaciones de hotel de Iberostar donde no se utilizan plásticos de un solo uso. En su lugar se han instalado, por ejemplo, dispensadores para los productos de higiene personal, así como cambiado las botellas y vasos desechables tradicionales por recipientes de vidrio que se pueden reutilizar una y otra vez. Lo mismo sucede en las zonas comunes como las recepciones, los spas o las piscinas, así como en la totalidad de los espacios gastronómicos, como los restaurantes, los bares y los beach clubs ubicados en establecimientos hoteleros.
Y es que las cifras con respecto a los plásticos hablan por sí solas, y le dan sentido a este logro. Se estima que, desde los años 50, se han producido 6.300 millones de toneladas métricas de residuos plásticos. Y que, de ellos, solo se ha reciclado el 9 %. Un 79 % ha acabado en vertederos o en el entorno natural, con 8 millones de toneladas métricas ensuciando el mar. Desde esta perspectiva, hablar de turismo responsable equivale a hablar de una situación que, desde el sector, urge revertir. El camino más corto para lograrlo es la colaboración con otros agentes de la sociedad. Y es ahí donde entra la economía circular.
Favorecer o programar vacaciones que tengan en cuenta la neutralidad de carbono
Otro de esos ejemplos de turismo sostenible que están estrechamente ligados a la economía circular es la aproximación a la neutralidad de carbono. Sin duda, un aspecto a tener en cuenta a la hora de programar unas vacaciones, pero también a la hora de favorecerlas desde el propio sector.
Para el año 2030, Iberostar se compromete a conseguir que todas sus operaciones sean neutras en emisiones de carbono. Con este objetivo, cultivará la eficiencia energética, empleará energías renovables en lo posible e irá sustituyendo los combustibles fósiles por energía eléctrica. Y, si quedara alguna huella de carbono, compensará como mínimo el 75% de sus emisiones con planes que trabajan por la salud de las costas y, en general, por la salud de todos los ecosistemas donde se ubican sus hoteles.
Interesarse por la salud costera y promoverla a todos los niveles
La pesca responsable contribuye a la salud costera, como también lo hacen la investigación e inversión en servicios medioambientales y en ciencia, la reducción y adecuada gestión de los residuos para que no acaben en el mar (sobre todo los plásticos) y la creación de espacios de recuperación para especies y hábitats amenazados como, por ejemplo, los arrecifes de coral. La protección de los océanos es un todo. Y puede abordarse tanto desde las compañías hoteleras, con acciones corporativas concretas, como desde la responsabilidad individual a la hora de realizar un viaje. De nuevo, la clave reside en permanecer informado y en tomar conciencia de nuestras elecciones (y de lo que suponen para el medioambiente).
Iberostar trabaja por la salud de las costas desde una visión global, materializando ejemplos de turismo sostenible concretos, y creando planes que van en esta dirección. En este momento, cuenta con tres grandes contribuciones en activo: recuperación de dunas costeras en México, donde se han sembrado 9.000 plantas con este objeto; restauración de arrecifes de coral, con la apertura de un nuevo vivero frente a Playa Paraíso en México que se suma a los cuatro que ya tiene en el Caribe; y recuperación de áreas verdes con vegetación autóctona en sus destinos costeros en España.
Programar o escoger actividades que sirvan para concienciar
Hay hoteles que programan actividades que sirven para concienciar y huéspedes que las eligen, sumando fuerzas en la sugerente y noble labor de cuidar de la Tierra pasándolo bien. Las experiencias relacionadas con los deportes acuáticos en las áreas costeras habilitadas para ello, el cicloturismo, el yoga, el senderismo, el running y las sesiones de fitness ayudan a conectar con la naturaleza de alrededor y también con la propia desde el movimiento: todo un mundo de rutas medioambientales aguarda para ser explorado, y no solo afuera.
Mención especial merecen los spas y centros de wellness que ofrecen tratamientos de relax y bienestar a base de cosmética sostenible, sin envases de un solo uso. En Iberostar, la desconexión, el lujo y la sostenibilidad van de la mano en estos espacios, concebidos para el placer, la salud y el disfrute, y ubicados en un entorno de ecoturismo. ¿Más actividades responsables que te inspirarán durante tus vacaciones? Los talleres de DIY (siglas en inglés de Do It Yourself, es decir, “hazlo tú mismo”), arte, danza o canto, que sacarán tu lado más natural y, de nuevo, te impulsarán a entrar en contacto con tu cuerpo y, en este caso, también con tu creatividad.
Importancia del turismo sostenible
La importancia del turismo sostenible es tal, que no se limita a una sola línea de acción, sino que guarda en su seno diversos ámbitos y modos de vida repartidos por todo el mundo. En conjunto, todas las dimensiones del turismo responsable conforman una perspectiva rica y variada que involucra a muchas personas y grupos sociales. Por eso, también posee un gran poder como agente transformador. Pues, bien utilizado, ese poder sirve para potenciar el cambio, tan necesario en una situación de crisis climática como a la que nos enfrentamos en la era que nos ha tocado vivir.
El turismo sostenible puede formar parte de la solución a muchos de los problemas medioambientales actuales. O, al menos, no contribuir a agravarlos. La noción de vacaciones ha ido variando y evolucionando a lo largo del tiempo, adaptándose al contexto histórico y, a la vez, reflejándolo. Esto es así porque las vacaciones son algo humano, vivo, abierto; y, como tal, no admiten sino una concepción flexible y en constante progreso. Las vacaciones son todas las personas que las disfrutan, y también las que están al otro lado de la experiencia y la hacen posible. Aquí van algunos motivos para que, de ahora en adelante, tus vacaciones sean también responsables.
Fomenta la producción y el consumo responsables
En cuanto al Objetivo de Desarrollo Sostenible 12, que se centra en la producción y el consumo responsables, el conglomerado turístico juega un papel importante en la transición hacia el nuevo modelo, un modelo que se aleje de la economía lineal y de la demasía para aproximarse a otro modus operandi que se alimente del sentido común. Se trata de comprender que muchas de las necesidades que creemos tener no son tales. Que, por el contrario, obedecen a comportamientos automatizados, donde se piensa erróneamente que más es más, aunque sobre. El turismo sostenible educa y conciencia acerca de los hábitos de consumo, e invita a la población a dar pasos hacia la simplicidad y la minimización de residuos. Por si esto fuera poco, también mueve a interesarse por la procedencia de los productos y a procurar que ésta sea honesta y sostenible a largo plazo.
Vela por el futuro de la vida submarina
¿Qué sería del turismo sin los océanos? ¿Y qué sería de la vida en la Tierra sin los océanos? Exacto: sin los océanos, nada sería nada. Una vez más, el sector turístico se sitúa en el lugar que ocupa en el todo gracias a la sostenibilidad, que no solo favorece a esa noción de vacaciones versátil y abierta de la que hablábamos antes, sino también al planeta entero, incluidos sus habitantes. El Objetivo de Desarrollo Sostenible 14 persigue que la existencia, tanto submarina como de cualquier otro tipo, tenga un futuro. Para ello propone “hasta 2030, aumentar los beneficios económicos que los pequeños estados insulares en desarrollo y los países menos adelantados obtienen del uso sostenible de los recursos marinos, en particular mediante la gestión sostenible de la pesca, la acuicultura y el turismo”. Propone ligar turismo a sostenibilidad y, entre otras cosas, ligar sostenibilidad a pesca.
Protege a las especies en peligro de extinción
Desde el turismo sostenible se fomentan prácticas como la observación ética de especies en sus propios entornos naturales, para entender cómo viven y aprender a apreciarlas y a respetarlas, sin que el ser humano interfiera en las leyes naturales por las que se rigen. Y, si se interviene, es precisamente en pro de la conservación. Muchas de las poblaciones de estos animales decrecen a un ritmo acelerado, debido a problemas derivados de la crisis climática o de la actividad humana como la pérdida de hábitats, la caza furtiva o los desequilibrios del clima. Algo que también les sucede a las plantas. Por eso, en ocasiones, intervenir significa crear espacios protegidos donde animales y plantas endémicos puedan existir, crecer y reproducirse sin enfrentarse a estos peligros, que tanto amenazan su supervivencia. Es el caso, por ejemplo, de los viveros de coral o de los manglares de Iberostar, diseñados precisamente con este cometido.
Salvaguarda la cultura y las tradiciones de los pueblos
El turismo responsable insta a los viajeros a acercarse a la cultura y las tradiciones de los pueblos de cada lugar como lo que se es: un visitante en casa ajena. Alguien que, cuando se va, procura dejar ese sitio mejor de lo que lo encontró. Alguien que, cuando entra en contacto con otras mentalidades o costumbres distintas a las suyas, pone todo su cariño, atención y respeto en la interacción. Si esto lo ampliamos a dimensiones comunitarias, las vacaciones se convierten, entonces, en una forma de crecimiento interno para una parte y de reconocimiento para la otra. El sector turístico puede adquirir un compromiso para que esto ocurra, escogiendo con cuidado las experiencias de ocio que ofrece, la gastronomía que ensalza y hasta los materiales de que se vale para construir y decorar sus instalaciones. Hacer todo esto de tal manera que la ganancia medioambiental esté presente, incluye, sí o sí, tener consideración por lo local.
Cuida de la salud de las personas
La producción industrial de alimentos no es saludable ni para el planeta, ni para las personas. Consumir ingredientes de kilómetro 0, de temporada y cultivados a nivel local supone nutrirse de una forma mucho más natural, acorde a los ritmos de las estaciones y del organismo. Por esta razón, en el turismo sostenible, la gastronomía es tan importante. En el turismo sostenible, la gastronomía no solo es gastronomía, sino que también es la aplicación de un Derecho Humano Fundamental, que protege el derecho de las personas a alimentarse con dignidad. Si a esto se le agrega su contribución a la calidad de las aguas y del aire, el factor saludable que implica elegir unas vacaciones responsables crece y crece.
¿Cómo puedo contribuir yo a la sostenibilidad en vacaciones?
Para contribuir a la sostenibilidad durante las vacaciones, se pueden llevar a cabo muchas acciones concretas, siempre en las medida de las posibilidades personales, pues (no hay que olvidarlo) cada una de estas acciones, pequeños o grandes gestos, cuenta. Estas acciones se asientan en las elecciones. Y las elecciones dependen de la información de que se dispone y de todo (lo positivo) de que se sea capaz de hacer con ella. No se trata de alcanzar la perfección, sino de asumir una responsabilidad para con el planeta y, desde ahí, empezar a actuar. El planeta no es un entorno aislado, un ente ajeno, sino una casa habitada por todas y todos y que, por tanto, todas y todos tenemos la oportunidad de cuidar. Los resultados serán asombrosos. Millones de especies vegetales y animales, entre ellas la humana, se beneficiarán de ellos.
¿Algunos tips para ejercer el turismo responsable? En primer lugar, organizarse adecuadamente para optimizar tanto los desplazamientos como la estancia. Durante el trayecto, no está de más tratar de evitar los envases desechables, llevando en el equipaje de mano una botella rellenable, un vaso para bebidas calientes y unos cubiertos reutilizables. Si esto no fuera posible, también pueden buscarse alternativas fabricadas con materiales compostables. ¿Sabías que hay tenedores o vasos de café hechos de fécula de patata, fibras de bambú o caña de azúcar, que son tan resistentes o más que los de plástico? Y que ya están presentes en la mayoría de aeropuertos del mundo.
Una vez en destino, otra buena recomendación para ser más sostenible es decantarse por hoteles que aúnen comodidad, diversión y sostenibilidad. Porque no hay mejor manera de marcar la diferencia que disfrutando al máximo del proceso. Para que todo fluya. Recuerda que, desde el año 2020, todos los hoteles de Iberostar están libres de plásticos de un solo uso, y que en muchos de ellos las instalaciones han sido específicamente diseñadas o modificadas para albergar flora en recuperación y reutilizar materiales a la hora de decorar los espacios y hacerlos confortables. Este compromiso con el cuidado de la biosfera se contagia, como el entusiasmo y las ganas. Así, también podrá expandirse.
Por otro lado, para los ecosistemas resultan de gran ayuda aquellos viajeros que se interesan por la procedencia de los alimentos que consumen, que quieren saber de dónde vienen y cómo han sido producidos, y que tratan de favorecer el bienestar de las comunidades locales y de honrar sus formas de trabajo y de vida. En este punto, la pesca responsable tiene mucho que aportar, sobre todo si se quiere ayudar a proteger los océanos. Por supuesto, el turismo sostenible tampoco arroja basura a las playas y otros entornos naturales ni, bajo ningún concepto, al mar. La regla de “las tres erres” constituye un excelente punto de partida. Recuerda reducir, reutilizar y reciclar los productos, envases y materiales antes que deshacerse de ellos.
En cuanto al ocio, existen también innumerables modos de aportar un granito de arena a la protección de la naturaleza sin dejar de lado la satisfacción de estar haciendo turismo responsable. En los Star Camp de Iberostar, presentes en todos los hoteles para familias, se enseña a las niñas y niños a amar la naturaleza mediante el juego. Tomando como base la teoría de las inteligencias múltiples, inspirada en la idea científica de que la interacción y la cooperación están en el centro del aprendizaje, este programa diseñado para la mente infantil cuenta con más de 140 actividades distintas y está dividido en tres grupos de edad diferenciados. La sostenibilidad es el eje del programa.