Ingredientes (para 4 personas)

1 kg. de muslos de pollo

Para el adobo Jerk

4 o 5 pimientos bonnet frescos, 3 dientes de ajo, 2 cucharadas de pimienta de Jamaica, clavo, canela, 1 cebolla pequeña, 2 cucharadas de nuez moscada, 2 cucharadas de azúcar moreno, 2 cucharadas de jengibre, 3 dientes de ajo, 3 ramitas pequeñas de tomillo, 1/2 taza de zumo de lima, 3 cucharadas de aceite de oliva, 2 cucharadas de salsa de soja, sal

 

 

Elaboración

Paso 1. Cortamos y quitamos las pepitas de los pimientos bonnet. Cortamos los dientes de ajo.

Paso 2. Hacemos la salsa Jerk: Trituramos la pimienta de Jamaica, los pimientos bonnet, clavo, canela, la cebolla, la nuez moscada, el azúcar moreno, el jengibre, el ajo, el tomillo, la sal, el zumo de lima, el aceite de oliva y la salsa de soja.

Paso 3. En un bol, cubrimos el pollo en la salsa hasta que quede bien cubierto. Tapamos con papel film y dejamos que macere al menos un día en la nevera.

Paso 4. Tradicionalmente se elabora en barbacoas o parrillas, aunque también se puede hacer al horno.  En unos 40 minutos a 200ºC conseguiremos que cada muslo esté dorado y crujiente.

El pollo jerk: el plato estrella de la cocina jamaicana

Cuando se habla de Jamaica, es casi inevitable pensar en los grandes iconos del país caribeño: desde el recordado Bob Marley hasta el plusmarquista Usain Bolt, pasando por la música reggae. Sin embargo, la cultura esta isla antillana tiene otros muchos matices que le imprimen esa personalidad que la hace única. Uno de ellos es la cocina jamaicana, una arraigada tradición culinaria que tiene un protagonista indiscutible: el pollo jerk.

El amor por los fogones está en el ADN de la población local. Colorida e intensa, la gastronomía jamaicana se caracteriza por un generoso recetario en el que no faltan ingredientes como el pollo, el conejo, el cerdo, el pescado, las verduras, el arroz y, por descontado, las especias. Todos ellos se combinan en sabrosos platos que conjugan con sutileza toda suerte de sabores. Por ejemplo, los plátanos fritos, el cerdo a la pimienta o el chutney de papaya verde, sin obviar el ron jamaicano y el licor de café, las dos bebidas nacionales por antonomasia. No obstante, el pollo jerk merece una atención especial.

El término que acompaña a este tipo de carne blanca, jerk, hace referencia la técnica de adobar los platos en marinada, ya sean de carne, verdura o frutas. Eso sí, en honor a la verdad, hay que decir que este procedimiento no es autóctono, sino que desembarcó en Jamaica de la mano de viajeros procedentes del Perú. Eso fue hace más de 2.500 años, tiempo más que suficiente para explicar el gran arraigo del que goza en este rincón del Caribe.

Aunque hay muchas maneras de preparar el pollo jerk, una de las más habituales consiste en ahumarlo, incorporándole chile, ajo y hierbas aromáticas para que adquiera este punto picante y sabroso que lo hace irresistible. No hay reglas a la hora de utilizar las especias, por lo que todo depende de la imaginación del chef. Eso sí, existe un mandamiento inquebrantable: emplear únicamente la inconfundible pimienta de Jamaica.

¿No te convence el picante? En ese caso, y para que el sabor resulte más suave, puedes agregar un chorrito de nata líquida a la base de adobo antes de servir. De este modo, la grasa de la leche neutralizará la capsaicina del ají —es decir, la sustancia que hace que el pollo pique—, por lo que podrás degustar sin problemas uno de los platos más típicos de la cocina jamaicana.

Y si no te apetece ponerte el delante, en los hoteles en Jamaica, en el marco idílico de Montego Bay, podrás disfrutar de estas y otras exquisiteces de la gastronomía jamaicana que cautivarán tu paladar. ¿Por qué no hacer la prueba?