10 Lugares en la Costa del Sol donde hacer la foto de boda perfecta
El mapa del romanticismo tiene dos coordenadas irresistibles en la Costa del Sol y en Málaga. De hecho, Vicente Aleixandre, premio Nobel de Literatura, apellidó a esta urbe como "Ciudad del Paraíso", e hizo referencia a su belleza alegre y calma, esa que ambicionamos en las instantáneas de boda. El poeta habló de "Jardines, flores. Mar alentando como un brazo que anhela / a la ciudad voladora entre monte y abismo". Habló de "calles apenas, leves, musicales. Jardines / donde flores tropicales elevan sus juveniles palmas gruesas".
MARTA SADER
Centro histórico de Estepona
Los novios de alma flamenca, los que estén deseando darle un toque de tipismo a sus instantáneas, hallarán su paraíso en las calles estrechas y encaladas del centro peatonal de Estepona. A veces, con suelo de piedra; otras, con mosaicos formando dibujos bajo los pies; cada detalle de estas veredas obedece al dictado de una mano maternal y amorosa que nada deja al azar. Por eso, las coquetas macetas de colores -ahora rojas, ahora celestes, ahora moteadas de lunares- siempre explotan de alegres geranios que teñirán vuestro álbum de pura felicidad.
MARTA SADER
Playa del Río Real (Marbella)
Esta zona de Marbella valdría por sí sola para un sinnúmero de fotos gracias a su estilo típicamente hawaiano, que propicia que las montañas verdísimas se fundan con la dulce franja de arena y mar, ribeteada de imponentes palmeras. No obstante, lo que eleva enteros los medidores de belleza es el largo muelle de madera que se adentra entre las olas, custodiado por elegantes farolas oscuras. Un acierto asegurado; un must para los románticos de verdad. Y aprovecha para lojarte en un hotel todo incluido en Marbella ideal para parejas de enamorados.
MARTA SADER
Mirador de Mijas Pueblo
Las calles de Mijas Pueblo nada tienen que envidiarle a las del centro de Estepona: si acaso, lo contrario, pues todo el entorno de casas blancas, situado en una preciosa y fecunda sierra, mantiene una homogeneidad que convierte el lugar en una postal andaluza perfecta. Sin embargo, nosotros iremos, sobre todo, a aprovecharnos de las excepcionales vistas que proporciona este emplazamiento privilegiado, y que se extienden desde las montañas hasta el mar. Para eso, buscad los miradores -sobre todo, los de piedra vista- y ¡sonreíd al objetivo!
MARTA SADER
Jardín Botánico Histórico de La Concepción
Es casi impensable tanta belleza junta, pero Jorge Loring y Amalia Heredia lo vieron claro: crearían en el Mediterráneo un jardín de estilo inglés con las plantas más exóticas y bellas del mundo. La idea la tuvieron durante su viaje de novios, allá por el siglo XIX, así que te puedes imaginar el romanticismo que destila el espacio. Aseguraos de localizar el irresistible cenador de glicinias, la casa-palacio donde habitaba la familia, el Estanque de la Ninfa y los icónicos templetes: ¡Sencillamente idílico!
MARTA SADER
Casa de los Navajas (Torremolinos)
Los felices años 20 supusieron para Torremolinos su primera edad dorada en términos turísticos. Magnates de diversos ámbitos decidieron levantar sus mansiones en su costa para disfrutar de sus magníficas playas y su clima envidiable, lo que hizo de esta coqueta pedanía malagueña una especie de Malibú en la Costa del Sol. De esa época solo queda en pie este fantástico palacete que perteneció al empresario del azúcar Antonio Navajas, una preciosista construcción neomudéjar cuyas estancias transportan a otra época y a otro mundo, creando un ambiente exótico único en la provincia.
MARTA SADER
La Alcazaba (Málaga)
De colores cálidos, la Alcazaba no es uno de esos monumentos que imponen e intimidan. Es, más bien, del tipo que te acoge en su abrazo, entre vuelta y vuelta del laberinto de muros, con sus jardines chiquitos y delicados y, sobre todo, con su excepcional entramado de arcos árabes. Elegid la hora mágica, en la que el atardecer arroja en Málaga colores rosados y anaranjados, y colocaos, casuales, a la orilla del Patio de la Alberca. No falla. Descubre esta perfecta ciudad en uno de los hoteles en Málaga que ofrece Iberostar.
MARTA SADER
Castillo de Gibralfaro (Málaga)
¿Qué decíamos de las vistas? Ah, sí: que visten mucho cuando se va vestida de blanco. Pues imagina situarte por encima de toda Málaga, en ese punto justo en el que se han tomado cada una de las instantáneas icónicas de la ciudad, para sellar vuestra pasión con una fotografía que lo resuma todo: el mar, el cielo, la vida que vibra unos metros más abajo, la que os espera juntos. Incluso, en días claros, la mismísima costa de África asomará la cabecita en el horizonte, simbolizando todos los viajes que os quedan por hacer. El telón de fondo lo pondrá el recio y sobrio castillo del Gibralfaro, que se ha mantenido fuerte desde tiempos por los siglos de los siglos, como lo hará, sin duda, vuestro amor.
MARTA SADER
Castillo Sohai (Fuengirola)
Los de espíritu aventurero y gusto por lo medieval encontrarán en los altos muros del Castillo Sohail una excusa perfecta para el posado. Pero, más allá de preferencias temáticas, el lugar tiene su aquel gracias no sólo a la buena conservación de su planta, sino también a su extraordinaria ubicación sobre una colina que se eleva 38 metros por encima del mar -que se encuentra, por cierto, muy cerca-. También el río Fuengirola lo circunda, haciendo del lugar un monumental oasis verde en la azul Costa del Sol.
MARTA SADER
Alrededores de la Catedral de Málaga
'La Manquita' por sí sola ya mejora cualquier instantánea, pero si nos abruma tanto renacentismo, ¿qué tal perdernos por los alrededores? Empezaremos por el Patio de los Naranjos, tan frondoso y fotogénico, para seguir subiendo hasta el Teatro Romano. ¿O mejor bajamos y nos hacemos una foto en alguno de los muchos recovecos intimistas del parque? ¿Y qué me decís de esas palmeras que, en el Palacio de la Aduana, cuelgan poéticamente de su tronco buscando el sol? Los Jardines de Puerta Oscura, a un pequeño paseo de aquí, son también un clásico de las fotos nupciales por derecho propio... Lo sé, lo sé: es difícil decidirse.
MARTA SADER
Frigiliana
A apenas 12 kilómetros de Torrox aparece este sorprendente pueblecito que ejerce de capital simbólica de la comarca de la Axarquía. Como si fuera un oasis inmaculado, sus casas encaladas emergen entre las montañas y el bosque mediterráneo, haciendo que los diferentes miradores sobre el pueblo se conviertan en románticos balcones. Sus callejuelas irregulares son pura fotogenia. Cada patio, cada puerta y cada recodo parece estar construido para ser escenario de escenas de cariño en las que el blanco del vestido de novia y el de las paredes se funden en un trampantojo irresistible.
MARTA SADER
Imágenes de Cordon Press
Hazlo realidad