Turismo sostenible Manual del ecoviajero: decálogo de buenas prácticas
O cómo viajar sin dejar de apostar por la sostenibilidad
El viajero responsable no nace, se hace. En la era de la sobreinformación es fácil medir el alcance y las consecuencias de nuestras elecciones y, mucho más, mejorar nuestros hábitos viajeros para adecuarlos a la responsabilidad medioambiental. Solo hace falta sumarse a las diferentes medidas que están tomando empresas como Iberostar para, entre otras cosas, proteger los mares y su fauna y flora. Estos pequeños cambios de conducta cuando estamos de viaje pueden provocar un ecoefecto mariposa en el lugar de destino.
Apuesta por la movilidad sostenible
Reducirás tu huella de carbono personal si viajas en transporte público. Organiza con tiempo los traslados y descubrirás que hoy en día es muy fácil cuadrar los horarios y comprar los billetes por internet. Recorre las ciudades a pie o en bicicleta y, en caso de que alquilar un coche sea imprescindible, escoge uno que sea eléctrico (en un futuro bien cercano veremos más iniciativas como la del Gobierno de Islas Baleares, cuyo plan tiene como objetivo que la flota de las empresas de alquiler de coches sea totalmente eléctrica en 2030).
Come productos locales
Ya no solo por probar sabores exóticos o recetas tradicionales locales, sino por hacer que la huella ecológica disminuya. Al estar producidos en un radio no superior a los 100 kilómetros, se evita el uso de camiones, aviones, trenes y barcos para su transporte y distribución. Más que una nueva moda pasajera, los productos de kilómetro 0 suponen un cambio de conciencia social en el que todos deberíamos participar. Además, los ingredientes estacionales están más sabrosos y son más sencillos de conseguir.
Compra únicamente artesanías legales
Escoge productos de consumo responsable, fabricados con materias primas que cumplan con las leyes locales. Muchas artesanías utilizan como base árboles autóctonos que no deberían ser talados o elementos que provienen de animales protegidos, como huesos o conchas de una tortuga, por ello es primordial que te informes sobre su procedencia.
No pagues por hacer fotografías ni favorezcas la mendicidad
Este punto genera mucha controversia porque, aunque pensemos que estamos haciendo bien, en realidad estamos provocando todo lo contrario. Las ONGs que persiguen la explotación de personas por parte de organizaciones criminales recomiendan no participar de la llamada explotación mediante la mendicidad (una forma de trata señalada por las Naciones Unidas). Tampoco debemos pagar por sacar fotografías de menores.
Persigue la repercusión positiva
Es primordial que la inversión económica que realices durante tu viaje genere una contraprestación social o medioambiental. Algunos grupos hoteleros cuentan con fundaciones sin ánimo de lucro que invierten gran cantidad de dinero en proyectos educativos o sociales.
En el caso de Grupo Iberostar, el objetivo es cuidar el mar a través de su programa Ola de cambio. Este proyecto agrupa tres diferentes líneas de acción diseñadas para preservar los océanos antes las amenazas actuales. La primera es la eliminación de los productos de plástico desechables de todas las habitaciones.
La segunda, la apuesta por la pesca sostenible por la cual diversos establecimientos de esta cadena ofrecen solo productos capturados y transportados bajo el sello de calidad y de garantía de MSC (Marine Stewardship Council). Y la tercera, el cuidado de las zonas costeras mediante diferentes acciones que velan por la diversidad y la preservación tanto de los litorales como de sus fondos marinos y arrecifes.