El universo del lujo, cada vez más, crece mirando al cielo, buscando saciar a los exigentes clientes con experiencias que permiten disfrutar de los espectáculos naturales. Muestra de ello ha sido la sofisticación de las terrazas, lugares que se definen por estar al aire libre y por ofrecer panorámicas espectaculares. Pero, más allá de estos dos rasgos, en los últimos años estos espacios se han sublimado con servicios premium como los que ofrece la categoría Star Prestige donde el sol, el paladar y los sonidos son los protagonistas. Con estos trucos podrás distinguir una auténtica terraza moderna.
Primer rasgo: el mobiliario. Es el momento de las hamacas, las tumbonas, camas balinesas e, incluso, de los jacuzzis. Porque, ahora, no vale solo con relajar la vista con un horizonte marítimo y pacífico, también hay que darle al cuerpo un respaldo sobre el que ver el mundo desde otro punto de vista mucho más placentero.
¡Espacio para todos! Así es. Se acabó asociar la terraza con las aglomeraciones. Aquí se viene a descansar, a estar tranquilo, a disfrutar de la amplitud y que no haya que llegar el primero para poder contemplar el Caribe desde tu mesa. Esto supone también contar con un servicio eficaz y rápido que convierta tu pequeño espacio de disfrute en una suite al aire libre.
El tercer rasgo puede parecer evidente, pero no lo es: la ubicación. Es decir, no vale con estar al aire libre ya que lo que importa es poder tener Barcelona a tus pies o disfrutar de la brisa del Caribe en Playa Paraíso sin tener que pisar la arena de la playa. Para ello, siempre hay que elegir aquellas terrazas en las que un moderno skyline o las olas sean los mejores maridajes visuales.
En nuestro hotel en Ibiza, sin ir más lejos, se puede encontrar esta combinación total entre paz, vistas, estética mediterránea y amplitud. Aquí la duda solo reside en elegir entre disfrutar de los espectáculos vespertinos celestiales desde un moderno puf o desde dentro de la tranquila piscina de este hotel adults only.
Por último y no por ello menos importante, una terraza premium tiene que relacionarse con el entorno de muchas formas posibles. Por supuesto que la más evidente son las vistas, como es el caso del hotel Iberostar Suites Jardín del Sol y sus privilegiadas panorámicas sobre la cala de Santa Ponça, pero esto no se queda aquí. Tanto en la estética del espacio como en la carta gastronómica también tiene que haber productos de proximidad, platos que te conecten multisensorialmente con los sabores y aromas de un lugar con el fin de que la experiencia sea lo más completa posible. Y ahora, que ya sabes distinguir una terraza premium de una corriente ¡solo te queda probarlo!