Qué llevar a la playa: ideas y consejos
¿Qué es para ti un día perfecto junto al mar? Esa imagen (o sentimiento) determinará qué llevar a la playa para que, además de idílico, resulte memorable. Tal vez no te separes de tu libro ni al pasear por la orilla. O, quizás, estés deseando que lleguen las vacaciones para practicar tu deporte acuático favorito. ¿Ansías relajarte en la hamaca con un cóctel? Puede que, para ti, viajar sea sinónimo de rutas gastronómicas. Esos consejos sobre qué llevar de comer a la playa y turismo sostenible llenarán tus jornadas playeras de instantes para el recuerdo.
¿Qué llevar a la playa?
¿Qué llevar a la playa para contribuir a cuidar de ecosistemas costeros como la Posidonia oceánica? Rechazando los plásticos de un solo uso y optando en su lugar por envases reutilizables o rellenables (como botellas de acero inoxidable, que guardan la temperatura del agua, o tápers de vidrio) ya estarás haciendo mucho por la naturaleza. Completa tu kit desperdicio cero con cubiertos, platos y vasos biodegradables, además de con algunas servilletas y bolsas de tela.
Por otra parte, existen protectores solares minerales, formulados sin tóxicos ni nanopartículas, respetuosos con los océanos y con tu salud. En el caso de los niños, protege su delicada piel con un factor muy alto o pantalla total. Asegúrate también de guardar en el capazo sus juguetes y cuentos favoritos, así como unas palas y cubos para que jueguen con la arena. ¿Vas con tú bebé? No olvides cubrirle con sombrero, gafas de sol y camiseta en las horas centrales del día.
En cuanto a qué comida llevar a la playa, a continuación te daremos algunas ideas rápidas y fáciles, a base de ingredientes saludables y que encantarán a toda la familia. Ya sólo te falta elegir look y hacer realidad tus planes en primera línea de playa.
¿Qué llevar de comer a la playa?
Despliega una gran colcha o mantel a la hora del almuerzo o mientras esperas al atardecer de tu vida, en un rincón de la playa que te transmita algo especial. Si viajas con tu pareja, puedes organizar una cita romántica para ver juntos la puesta de sol. La oportunidad de conectar con la golden hour se extiende también a tu familia y amigos. Si la comida es al mediodía, procura elegir un sitio con sombra; quizás, bajo una exótica palmera o junto a un majestuoso pino (asegúrate de que es una zona donde está permitido poner la toalla). Haz el pícnic sostenible y sorprende a los tuyos con estas delicias que llevar de comer a la playa.
Ensaladas, por capas y en bote de vidrio
Las ensaladas por capas, en bote de vidrio y preparadas por ti son una alternativa natural (y muy aesthetic) a las envasadas. El truco para que se mantengan frescas está en colocar los ingredientes más consistentes al fondo y los más húmedos y frágiles, en la parte superior. Por ejemplo: quinoa, garbanzos, verduras asadas, tomates cherry, maíz y espinacas. Pasta, pechuga de pollo (tofu o tempeh para la versión vegana), champiñones, aceitunas negras y albahaca. Arroz integral, lentejas, picadillo de pepino, pimiento y tomate, queso fresco y brotes. ¡Las combinaciones son infinitas! Lleva el aliño aparte y mézclalas bien.
Sopas frías: hay vida más allá del brick de gazpacho
¿Qué llevar a la playa para comer en verano? Anímate a hacer un gazpacho casero con productos locales y de temporada, escogiendo un buen tomate y un aceite de oliva virgen extra de calidad. O a cambiarlo por un ajoblanco, un salmorejo casero, una vichyssoise o una sopa fría de melón y pepino con menta. Apunta los ingredientes que necesitarás para preparar esta última: melón, pepino, nata (se puede sustituir por leche de coco o yogur griego), hojas de menta fresca y una pizca de sal. ¿Simple, verdad?
Sándwiches y bocadillos pero diferentes
Si quieres prescindir de los cubiertos y no sabes qué comida llevar a la playa, apuesta por los siempre recurrentes sándwiches y bocadillos, pero con un twist. Combina pera, gorgonzola y nueces con una vinagreta de lima en un pan de semillas; aguacate, hummus, remolacha, lechuga batavia y tomate seco dentro de un bollito de centeno; atún y mayonesa de kimchi en pan de molde; o “steaks” vegetales de setas marinadas con queso fundido, cebolla caramelizada y salsa de mostaza en una chapata. La bifana, un emparedado típico portugués sólo apto para carnívoros, lleva chuletas de cerdo adobadas dentro de un papo seco, una especie de mollete. Cambia el papel de aluminio y el film transparente por envases de silicona o, simplemente, servilletas de tela para envolver los bocadillos.
Inspiración para tartas saladas y… una receta imbatible
Aquí van algunas sugerencias de tartas saladas que se pueden comer frías y que, además, están buenísimas: hojaldre invertido de espinacas y queso de cabra, empanada rellena de pisto casero y huevo duro, pastel verde de espárragos trigueros, calabacín y guisantes aromatizado con hierbas mediterráneas como el hinojo y el romero. O, por qué no, una quiche lorraine, una receta francesa clásica a base de beicon, queso emmental y una crema elaborada con huevos, nata y mantequilla. Eso sí, la tortilla de patatas sigue siendo imbatible. Si se te da bien cocinarla, no habrá dudas sobre qué llevar a la playa para comer.
