Disfrutar de una sesión de buceo en Riviera Maya podría compararse a visitar un universo paralelo. Y es que el Caribe mexicano esconde rincones mágicos en sus profundidades, a veces tan increíbles que dan la sensación de haber sido sacados de un plano de realidad distinto: hogares subacuáticos llenos de paisajes multidimensionales donde seres venidos de otro mundo entrelazan sus vidas en una red de evolución eterna.
Hace casi 4.000 millones de años, los océanos fueron el origen de la existencia tal y como la conocemos gracias al microscópico plancton y a su capacidad para generar oxígeno. En las culturas ancestrales de México, el nacimiento del todo se relaciona con el poder de los dioses, que permanece oculto al ojo ordinario. Los cenotes, pozos de gran profundidad que llegan hasta el corazón de la Tierra y se nutren de ríos subterráneos, eran considerados las puertas de entrada al inframundo maya. Bucear por ellos es sólo el principio… o la consagración, según se mire. A continuación, te contamos dónde practicar buceo en Riviera Maya para que, durante tus próximas vacaciones, puedas descubrirlo por ti mismo.
Parque Nacional Arrecife de Puerto Morelos
Cerca de Playa Paraíso, se localiza el Parque Nacional Arrecife de Puerto Morelos, uno de mejores sitios para practicar buceo en Riviera Maya, así como el snorkel, y también uno de los más cercanos al complejo Iberostar Playa Paraíso, que acoge un centro de submarinismo Dressel Divers en sus instalaciones. Allí podrás apuntarte a excursiones y realizar cursos de PADI para iniciarte en este apasionante deporte mientras te alojas en uno de sus cinco hoteles, entre los que se encuentra JOIA Paraíso by Iberostar, un alojamiento de categoría superior especialmente orientado a adultos que ha sido premiado en numerosas ocasiones. En él experimentarás la felicidad de combinar turismo activo y lujo junto a un ecosistema extraordinario, siempre bajo una filosofía sostenible. El interés por la salud costera, en la que también se incluye la restauración de los arrecifes de coral, estará muy presente a lo largo de tu viaje.
El Arrecife de Puerto Morelos forma parte del Gran Arrecife Maya que, a su vez, pertenece a la Barrera de Coral Mesoamericana, la segunda mayor del mundo después de La Gran Barrera de Coral de Australia. Para que te hagas una idea, tan sólo en esta área protegida de aguas especialmente cálidas habitan más de 1.300 especies de animales y plantas, de las que 58 están en riesgo de extinción, como es el caso del coral cuerno de alce o de la tortuga carey. ¿Los mejores meses para las inmersiones de placer? De abril a agosto, aunque en Cancún el buen tiempo te acompañará durante todo el año.
Barrera de Coral Mesoamericana o Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM)
Otra localización clave para bucear en Riviera Maya sin moverse de la Barrera de Coral Mesoamericana, también conocida como la Barrera de Coral de Belice o el Sistema Arrecifal Mesoamericano (acotado bajo las siglas SAM), es el litoral de Playa del Carmen. Desde allí se organizan expediciones de buceo y snorkel para conocer este arrecife de coral prodigioso que hechizó al mismísimo Jacques Cousteau. Se puede llegar a nado desde algunas zonas de la costa. La barrera se extiende a lo largo de más de 1.000 kilómetros y abarca los territorios de México en la Península de Yucatán, así como la isla de Cozumel, otro destino costero mexicano, donde se sitúa el hotel Iberostar Waves Cozumel, Belice, Guatemala y Honduras.
En Playa del Carmen, Iberostar Waves Quetzal e Iberostar Waves Tucán te invitarán a abrir tu mirada al mar y a todas las riquezas que custodia. Desde el primer momento, tu estancia en estos hoteles de cinco estrellas en primera línea de playa estará íntimamente conectada a la tradición local, donde la gastronomía, con elaboraciones típicas como los tacos, el mole o los cócteles a base de frutas exóticas del Caribe, ocupa un espacio especial. Además, para seguir contribuyendo a proteger las costas y los corales, el 100% del pescado y el marisco que se sirve en todos los restaurantes de Iberostar en México procede de fuentes de pesca responsables.
Cenotes Tajma Ha y Dos Ojos
Como ya te adelantábamos antes, los cenotes en la Riviera Maya se encuentran muy vinculados a la historia de sus pueblos originarios. Bajo el nombre de Xibalbá, los mayas concebían la existencia de un submundo de espíritus en el núcleo del planeta, una especie de Más Allá al que se podía acceder por pórticos sagrados como la pirámide de Chichén Itzá, los fondos marinos o estos pozos de agua dulce recorridos por cuevas y pasadizos infinitos. Bucear en su interior te teletransportará a ese misterioso imaginario precolombino a través de la exuberancia de la naturaleza, otra forma de divinidad. Cerca de Playa del Carmen y en plena jungla, rodeados de fauna salvaje y de plantas en peligro de extinción que no pueden verse en ningún otro sitio, los cenotes Tajma Ha y Dos Ojos observan el cielo con el cuerpo sumergido en la otra vida. Sus grutas de rocas fosforescentes te dejarán con la boca abierta. Otros cenotes reconocidos son el Cenote Azul y el Cenote Cristalino.
Barco hundido de Mama Viña
En la Riviera Maya, también hay naufragios por los que nadar. Uno de ellos es el barco de Mama Viña, un enigma de Playa del Carmen que se encuentra a una distancia de más de 30 metros de profundidad. Se cree que este viejo buque camaronero acabó ahí allá por el año 1995, cuando fue hundido. Con el paso del tiempo, se ha ido formando un bello y extraño arrecife en torno a él; una colonia que da fe de la gran capacidad de adaptación y resiliencia que poseen los corales, capaces de prosperar incluso en los sitios más inesperados. Eso sí, si decides visitarlo, has de tener en cuenta que se trata de una inmersión de dificultad alta, totalmente vertical y muy profunda, sólo apta para buceadores experimentados.
Por otra parte, bucear con tiburones en Riviera Maya de modo ético también es posible en Mama Viña, pues entre los meses de marzo y noviembre muchos de estos animales se acercan a nadar a la zona. Aunque, al contrario de la creencia popular, los tiburones no son agresivos ni atacan a las personas con facilidad, te recomendamos que, antes de lanzarte a una aventura así, te informes bien acerca de todas las opciones por medio de los guías nativos, quienes también te mostrarán cómo practicar el turismo comunitario apoyando los proyectos locales mientras perfeccionas tus técnicas de submarinismo.
Akumal
Una de las mejores inmersiones en Riviera Maya para los amantes de los animales se localiza en Akumal, un enclave paradisíaco de aguas tranquilas y cristalinas situado a unos 30 minutos de Playa del Carmen y conocido como “la tierra de las tortugas”. En efecto, allí podrás hacer snorkel (en un área habilitada para ello) con tortugas, entre las que avistarás ejemplares de caguama o de carey, ambas especies en peligro de extinción en México. Éstas se alimentan en las praderas submarinas próximas a la orilla, protegidas por los arrecifes de coral. Además, de mayo a septiembre, las hembras acuden a desovar a la playa por las noches. Al igual que sucede en el caso de los tiburones, acercarse con respeto a estas criaturas, tratando de no interferir ni en sus rutinas ni en su hábitat, resulta fundamental para cuidar de ellas y de su casa, el mar. Esta puede ser una buena actividad para que los niños aprendan a interactuar con los animales éticamente, también en otros destinos de otras zonas de México como Riviera Nayarit (allí te espera Iberostar Selection Playa Mita, otro exclusivo oasis mexicano), donde el viaje enriquecerá a toda la familia.
Museo Subacuático de Arte (MUSA)
Para vivir al máximo las costumbres y tradiciones de México, hay que dejarse llevar por su energía y perderse por sus pueblos y playas, pero también visitar sus museos, incluidos los marinos. El Museo Subacuático del Arte o MUSA es un curioso rincón sumergido donde, entre otras cosas, contemplarás evocadoras esculturas de un material especial fijadas al fondo y envueltas en plantas. Se inauguró en 2009 con el objetivo de fomentar la interacción entre la creación artística y las ciencias naturales. Así, sus obras están especialmente pensadas para que la fauna y flora marina las habiten. Las creaciones fomentan el crecimiento de los arrecifes, aumentando la biomasa. Y los arrecifes intensifican la belleza de las creaciones, cada vez más, mimetizadas con el ecosistema y parte de él. Porque el buceo en Riviera Maya (ya estás empezando a comprobarlo) no es sólo un plan de ocio. También es cultura en movimiento, conciencia medioambiental, disfrute y, conectándolo todo como un hilo interior, un camino lleno de tesoros que te permitirá acceder a una nueva dimensión de ti.
