Fecha de publicación 31/01/2024
Creta: guía de viaje
Como si de un cofre lleno de tesoros se tratase, la isla de Creta guarda en su interior fascinantes historias que contar. Son relatos que han sobrevivido al paso del tiempo y a los cambios del mundo, la mayoría de ellos asociados a la mitología griega. A lo largo de los siglos, estos relatos le han ido dando forma a una cultura mediterránea propia. Allí surgió la civilización minoica y floreció la poesía. De sus artes a su gastronomía, pasando por sus costumbres y rutinas diarias, Creta puede leerse en un legado grandilocuente, pero también en los delicados matices que hacen que la isla esté viva. La palabra Creta aparece por primera vez escrita en griego antiguo (Κρήτη) en La Odisea de Homero. Y, aunque la etimología exacta del topónimo se desconoce, se cree que proviene del término krataie̅, que significa “fuerte o poderosa” en alusión a su influencia en el mar durante la Época Clásica.
Con una superficie de 8450 kilómetros cuadrados de los que 1040 son costa, su geografía acoge rincones marítimos únicos, montañas y llanos que, de tanto en cuando, se alternan con paisajes arbolados de pinos, olivos, castaños y cipreses donde crecen hierbas aromáticas como la salvia, el orégano y el tomillo. Cuenta la leyenda que Zeus, padre de los dioses y de toda la Humanidad, nació en este fértil suelo cretense. ¿Te imaginas cómo sería recorrer los mismos parajes con planes que te conecten a la energía de la isla durante tus próximas vacaciones? En esta guía de Creta explorarás algunos de sus lugares míticos y también sus mejores playas. Probarás sus platos típicos. Viajarás hasta su mágica localización y tendrás la posibilidad de alojarte en el hotel que más se adapte a ti.
Cómo llegar a la isla de Creta
Sobre cómo llegar a Creta, la primera opción es volar a alguno de los tres aeropuertos con los que cuenta la isla, situados en Heraclión, La Canea y Sitia. Hay vuelos directos desde Atenas durante todo el año y el trayecto dura alrededor de 50 minutos. ¿Una alternativa más aventurera? Coger un ferry desde El Pireo, el puerto de Atenas, hasta alguna de las tres ciudades anteriores. En temporada alta, también salen barcos de la capital que atracan en otros puertos menores de la isla como Rétino y Kissamos. Por mar, se tarda entre 8 y 10 horas en llegar (dependiendo del punto de llegada, de la ruta y de la compañía). Si quieres visitar más islas griegas después de leer esta guía de Creta, considera que están conectadas por diferentes líneas de ferrys, el único medio de transporte disponible para acceder a la mayoría de ellas. Durante el verano, es recomendable que planifiques bien tu ruta y que adquieras los billetes con antelación, ya que suelen agotarse.
Qué ver en Creta
Laberinto de Creta
Según la mitología griega, el laberinto de Creta fue construido por el brillante arquitecto y artesano Dédalo para esconder al Minotauro. Por eso también se le conoce como el Laberinto del Minotauro. Allí fue donde se perdió Teseo y, con la ayuda de Ariadna, hija del Rey Minos, consiguió encontrar el camino de regreso gracias al ovillo de lana que esta le dio. En su centro, el héroe derrotó al Minotauro, salvando así de la ferocidad de esta criatura fantástica mitad hombre, mitad toro, a sus compatriotas. Cuando recorras los restos arquitectónicos del lugar donde se calcula que estuvo, sentirás toda la fuerza del mito en tu propia piel. Sobre todo, al adentrarte más en el Palacio de Knossos.
Palacio de Knossos
El Palacio de Knossos era la residencia en la isla de Creta del Rey Minos. En base a la leyenda, fue el propio rey quien mandó erigir un laberinto infranqueable en sus dominios después de que su esposa, Pasífae, mantuviese relaciones sexuales con un toro enviado por Zeus y diese a luz al Minotauro. El monarca, sabiéndose traicionado, decidió mantener con vida al Minotauro en el laberinto de Creta, protegido dentro de su palacio. A partir de ese momento, encerraba a todos sus enemigos en él para que el monstruo los devorase: nadie, hasta que llegó Teseo, logró salir con vida de él. Knossos fue construido en el año 2000 antes de Cristo.
Durante siglos se convirtió en el núcleo neurálgico de Creta, hasta que un terremoto lo dejó casi en ruinas. Fue abandonado hacia el año 1440 a.C. Hoy, se conservan intactas muchas de sus partes, incluidas sus obras artísticas como los murales pintados en las paredes, las esculturas o las impresionantes columnas. La mayoría de las piezas arqueológicas de la excavación se exhiben en el Museo de Heraclión, a menos de cinco kilómetros del yacimiento. ¡No te lo pierdas si te atrae el plan de conocer a fondo el arte de las islas del Mediterráneo!
Garganta de Samaría
En esta guía de Creta, no podía faltar el Parque Natural de la Garganta de Samaría, uno de los lugares favoritos de los senderistas que viajan a este destino. La reserva alberga la garganta más larga de Europa. Y, a excepción del camino más rocoso y vertical, que se abre paso entre sus paredes (con muros de roca de hasta 300 metros de altura), los distintos itinerarios que la recorren presentan una dificultad media o baja, motivo por el cual los amantes del senderismo de todas las edades y niveles acuden a él para practicar su pasión al igual que a otros parques naturales mediterráneos como el de S’Albufera de Mallorca. En la actualidad, su cauce fluvial está seco. El Parque Nacional fue creado en 1962 para proteger a la cabra montesa cretense, llamada Kri-Kri. En 2003, el ecosistema fue declarado Patrimonio de la Humanidad.
Comida típica de Creta
Dakos
El dakos o ntakos, también conocido como koukouvagia, es una sencilla y deliciosa comida típica de Creta. Consiste en un paximathi (el pan de cebada local) abierto por la mitad al que se le añaden tomate fresco cortado en dados o rallado y queso feta o mizithra. Se aromatiza con orégano, aceitunas y una generosa cantidad de aceite de oliva. En ocasiones, también se utiliza como base un biscotte. En la isla se sirve como un mezedhes, es decir, como parte del tradicional meze. El meze se instauró en Creta durante el dominio veneciano como un ritual culinario comunitario, que pervive en la actualidad. Esta costumbre asocia a los esplendorosos banquetes otomanos, donde el anfitrión agasajaba a sus huéspedes con una mesa llena de infinidad de platos pequeños, entre los que se incluían exquisiteces frías y calientes a base de ingredientes locales regados con un brandy, un raki helado o un ouzo (dos licores anisados de producción autóctona).
Souvlaki de cerdo
La receta del souvlaki de cerdo es una variación del gyros, una comida propia de la cultura de los puestos callejeros muy popular en toda Grecia. Dentro de un pan de pita doblado en forma de sobre o de cucurucho, se introduce una brocheta de lomo de cerdo previamente aderezada con sal, orégano y pimienta negra y cocinada a la plancha o a la brasa según el procedimiento cretense. Se le agregan tomate en rodajas, cebolla cruda, una salsa de yogur griego y (sí, estás leyendo bien) patatas fritas. En la isla de Creta tendrás la oportunidad de probarlo junto a otras muchas elaboraciones típicas que te sorprenderán. Algunos productos de la tierra son las aceitunas y el aceite de oliva, la miel de tomillo, las uvas (y el vino) los cítricos, los vegetales, el queso y el yogur, los panes y el apaki, un tipo de salchicha aromatizada con especias y ahumada.
Yemista
En la gastronomía helena abundan los platos veggies como la yemista o gemistá, que se prepara con vegetales de verano, arroz y especias. Son hortalizas, normalmente, tomate, berenjena y pimiento verde, rellenas de arroz blanco redondo al que se le han incorporado aderezos como el ajo, el perejil fresco picada y la menta. El arroz se cuece en un sofrito de calabacín y cebolla con un poco de salsa de tomate casera o se prepara como pilaf. En algunos casos, también se le añade carne picada de res. Una vez rellenas, las verduras se asan al horno. Se sirven con patatas fritas o como acompañamiento de algún pescado a la plancha, aunque (he aquí un dato inesperado) en la comida típica de Creta predominan las recetas locales vegetarianas o con carne a pesar de tratarse de una isla, puesto que, a diferencia de en otras partes del archipiélago, la pesca apenas se practica en sus aguas. Viajar es la mejor forma de descubrir esta y otras curiosidades culinarias que enriquecen los destinos.
Arroz Pilaf de boda
En Creta, el arroz pilaf griego se conoce como arroz pilaf de boda o de la novia por su tradición de servirlo en los casamientos. Es una receta de origen persa que, siguiendo las costumbres propias del Peloponeso, la futura esposa cretense servía a sus familiares y amigos antes de la celebración del enlace. ¿Te suena su nombre? Si es así, seguramente hayas visto la serie japonesa Dragon Ball, ya que el plato tomó su denominación de uno de los villanos del anime, Pilaf. Para elaborarlo, se saltea arroz blanco de grano largo en mantequilla derretida con azúcar y una pizca de sal. Luego, se hierve el arroz y se le añaden pasas y almendras tostadas en láminas. Para terminar, se le agrega un chorro de miel y se espolvorea con canela en polvo y perejil fresco picado.
Pastel Sfakiani
Y, para terminar con los platos típicos recopilados en esta guía de Creta, algo dulce: el pastel Sfakiani o Sfakiani pita (que, como ya habrás intuido, no tiene nada que ver con un pastel al uso) es originario de la ciudad cretense de Sfakia. Recuerda a una tortita y combina sabores dulces y salados, característicos de la cocina de la isla. Se hace friendo un pan de pita relleno de queso mizithra en aceite de oliva. Cuando todavía está muy caliente, se rocía con miel de tomillo y, de manera opcional, también se le añaden semillas de sésamo. En Creta hay más de 1.700 especies de plantas de las cuales 159 son endémicas. Por eso, en su cocina se utiliza mucho la miel y también las hierbas que le aportan sus propiedades, como el tomillo, el romero, la salvia, la mejorana, la menta, el comino y el hinojo.
Las mejores playas de Creta
Playa de Rethymnon
La de Rethymnon es una de las mejores playas de Creta y también de las más completas. Es el tipo de costa en la que piensas cuando te imaginas una paradisíaca imagen playera en las islas griegas. Está en la ciudad histórica del mismo nombre. Si vas entre junio y agosto, tal vez te topes con unas simpáticas visitantes que acuden a ella todos los veranos: las tortugas marinas. Durante la época del desove, muchas hembras eligen el litoral de Rethymnon para excavar sus nidos. Si te las encuentras, actúa con respeto, tratando de no asustarlas ni interferir en sus rutinas, ya que son animales muy frágiles y asustadizos. A cambio, podrás admirarlas de forma ética en uno de sus hábitats naturales más bellos.
Playa rosa de Elafonisi
Del mismo modo que sucede en algunas de las calas del cercano Montenegro, en ciertos lugares del archipiélago griego se produce un fenómeno mineral que provoca que la arena se vea rosa en la orilla. Esto se debe a la incidencia de la luz en los pequeños fragmentos de conchas de este tono que, por la acción de las olas y de la erosión, se mezclan con otras rocas microscópicas. En la Playa Rosa de Elafonisi, considerada una de las mejores playas de Creta, su color es especialmente intenso. Se encuentra en Chania, en el extremo suroeste de la isla, rodeada de románticas lagunas y montañas. Su arena blanca y su agua azul y cristalina crean charcas de agua poco profundas, perfectas para el relax y los baños tranquilos, en un litoral con forma de embudo que se adentra en el mar. A medida que se avanza hacia la punta del embudo, su extremo más estrecho, el terreno se vuelve más salvaje y rocoso.
Playa de Lianos Kavos
Lianos Kavos se sitúa en Lavris, junto a la localidad cretense de Panormos, a tan sólo tres kilómetros y medio del centro y a cinco minutos a pie del puerto deportivo. Sus aguas turquesas con reflejos tornasolados y su línea de arena limpia y fina, flanqueada por colinas donde la vegetación se abre paso hacia la orilla, la convierten en un rincón de postal para tomar el sol. A la hora del atardecer, sus tonalidades se transforman e intensifican bajo una pátina dorada, ofreciendo una de las vistas más bellas del Mar Egeo. Dispone de fácil acceso y de un aparcamiento en sus inmediaciones, por lo que resulta ideal para ir con niños. Además, cuenta con beach clubs, tumbonas, sombrillas, vestuarios, duchas y aseos en las distintas calas privadas que la integran. Podrás disfrutar de este paraíso desde tu alojamiento: allí se ubican algunos de los mejores hoteles en Creta para desconectar de la rutina.
Esta guía de Creta es sólo el principio de todo lo que te espera cuando llegues al destino: sus seis bares y restaurantes todos podréis degustar platos típicos de la cocina griega y cretense como el souvlaki, la yemista, la ensalada griega o las tradicionales salchichas y carnes de Creta asadas a la parrilla, además de una amplia selección de propuestas internacionales. Por las noches, su Underwater Music Club pondrá la banda sonora… debajo del agua. ¿Te gusta mantenerte activo durante tus vacaciones? El complejo acoge tres piscinas de agua de mar (entre ellas, una infantil y otra climatizada), una pista de tenis y una sala de fitness completamente equipada. Además, ofrece alquiler de bicicletas y deportes acuáticos. Y, para que sigas priorizando tu bienestar en el que será tu hogar vacacional lejos de casa, su SPA Sensations con tratamientos y masajes te aguarda como un remanso de paz. Si te alojas en uno de sus bungalows con categoría VIP, descubrirás muchos más motivos para enamorarte de la isla de Creta.