¿A qué suena Jamaica? Para entender la importancia de la música jamaicana, primero hay que dejarse llevar por la sensibilidad de un destino donde la historia no puede separarse de sus ricos y diversos relatos culturales. Ritmo, movimiento y mensaje van de la mano en una tradición musical donde cada estilo surgió de forma natural y como parte de una determinada manera de estar en el mundo.

Hoy, la población jamaiquina se encuentra integrada en su mayoría por ciudadanos de ascendencia afrocaribeña. La isla también cuenta con una importante presencia de personas asiáticas, hindúes y europeas. Esta pluralidad propicia que, en Jamaica, la música esté considerada sinónimo de alegría de vivir y hedonismo, pero también de movimientos sociales, de sentimiento de comunidad y de liberación a través del arte. ¿Preparado para viajar por los sonidos que escribieron su leyenda?

Un hombre con una chaqueta verde y auriculares rojos

Música típica de Jamaica: más allá del reggae

Mento

A pesar de la riqueza de la música jamaicana, el reggae a menudo es el único ritmo con que se le suele identificar. Sin embargo, hay mucho más. ¿Qué tipo de música viene de Jamaica? El mento, como si de una deliciosa fruta del Caribe se tratase, floreció en un hábitat que reunía todas las condiciones necesarias para que lo hiciera. Fue en los años 30 del siglo XX, a partir de la percusión del Kumina y con elementos adoptados de los sonidos estadounidenses sureños. El banjo y el rumba box, a medio camino entre la marímbula africana y el cajón, le aportan su reconocible deje metálico. En la actualidad, también admite instrumentos como la guitarra y diferentes tipos de tambores. ¿Te imaginas cómo sería brindar con un cóctel de colores a la orilla del mar, mientras saboreas uno de los sonidos más característicos de Jamaica?

Un hombre y una mujer tocando la guitarra

Ska

Pronto vibró en Jamaica otra música: el ska. Se trata de una evolución del mento, que se popularizó entre finales de la década de los 50 y principios de la década de los 60. En esa época, la isla se preparaba para reclamar su independencia. Las ganas de cambio, la juventud, la reivindicación de la expresividad frente al silencio y la rapidez con que las cosas se movían dio lugar a una clase de sonido agitado y elocuente inspirado en el Rhythm & Blues; y acompañado de un baile que incluía un swing de brazos y un movimiento continuo del cuerpo, el bounce.

La experiencia jamaiquina se abría al mundo. La isla se convirtió en el destino favorito de las estrellas, como Jackie Kennedy, que se enamoró de Montego Bay. Tan sólo unos años antes, el escritor Ian Fleming, autor de la saga James Bond, había establecido su residencia habitual, la finca Goldeneye, en la bahía de Oracabessa. El esplendor de ese tiempo dorado de creación sigue brillando hoy en Iberostar Waves Rose Hall Beach, un resort de cinco estrellas ubicado en primera línea de playa en Montego Bay, donde toda la familia podrá imbuirse de la belleza turquesa y del brillo musical del país antillano. ¡Sus espectáculos en directo están pensados para todas las edades!