La personalidad de las playas de Montenegro te guiará a través de un paraíso escondido: remansos de paz a modo de mapa que dibujan el trazado de unas vacaciones en Europa diferentes. Con más de 300 kilómetros de costa, este pequeño estado de la Península Balcánica bañado por el Mar Adriático acoge todo tipo de bahías y calas, perfectas para perderse y desconectar del mundo. En el idioma montenegrino, el nombre del país es Crna Gora, que significa “montaña negra”, haciendo referencia al color oscuro de los bosques mediterráneos y mixtos que cubren las cordilleras costeras.

En Montenegro hay playas de arena, piedras, corales y rocas con minerales que sanan; o asociadas a mitos y leyendas de ninfas, héroes y dioses; pero, sobre todo, hay lugares donde la vida se mide a sí misma en sus historias, dejándose llevar por el influjo de las olas.  Frente a su línea de mar se encuentra el punto más profundo del Adriático, con 1280 metros de hondura. En el fiordo de Kotor y las islas, otros enclaves de postal se suman a los del litoral principal. Los imperios veneciano y austro-húngaro dejaron allí su impronta y eso se refleja en la arquitectura de las villas marítimas, patrimonio cultural y artístico de imbatible misterio que aún hoy brilla al ser desvelado. 

Playas en el fiordo de Kotor

Playa de Herceg Novi 

La que baña la ciudad de Herceg Novi es una de las mejores playas de Montenegro en Kotor, considerado el fiordo más austral (y soleado) de todo el continente europeo. Como si de un canal rocoso excavado por la sabiduría de la naturaleza en los Alpes Dináricos se tratase, las montañas montenegrinas trazan un camino para que el mar se adentre en la tierra. ¿Un dato curioso? En su nacimiento, el fiordo bordeaba una ría creada por el ya desaparecido río Bokelj, por lo que su origen no es glacial como suele ser habitual, sino fluvial.

Desde el hotel Iberostar Waves Herceg Novi, en primera línea de costa, tendrás acceso privado a la playa. Este alojamiento, ideal para toda la familia, fue totalmente transformado en 2019 y se sitúa cerca de Kotor, Perast y la propia Herceg Novi, y a tan sólo veintiséis kilómetros del aeropuerto de Dubrovnik. Para conectarte con el mar, cuenta con una plataforma acuática propia, con una barra de snacks, hamacas y la opción de practicar paddle surf o de dar un paseo en kayak y canoa por el litoral. Al final del día, su rooftop bar te regalará una panorámica única del atardecer mientras brindas con un delicioso cóctel.

Playas de la Bahía de Kotor

Varias de las playas de Kotor en Montenegro se encuentran salpicadas a lo largo de su bahía, localizada en la ciudad del mismo nombre. Y, muchas de estas calitas con encanto, guarecidas entre los árboles y con fondo montañoso, son en realidad ensenadas de piedra y cantos rodados, por lo que te aconsejamos llevar un calzado cómodo y que se pueda sumergir. A cambio, explorarás parajes costeros de extraordinaria e indómita belleza. Cerca de la Bahía de Kotor, en el Museo Marítimo de Kotor, ubicado dentro de un palacio del siglo XVIII, tendrás la posibilidad de adentrarte en la historia del lugar, asociada a los puertos y a su floreciente comercio durante la Alta Edad Media y el Renacimiento. La ciudad está protegida por la UNESCO bajo la insólita denominación de “Comarca Natural, Cultural e Histórica”.

Blue Grotto o Cueva Azul

Blue Grotto o la Cueva Azul no es estrictamente una playa, pero bien merece ser visitada. Se encuentra próxima a la Playa Spilja, junto a la entrada del fiordo, y sólo se puede acceder a ella por mar: se suelen organizar rutas desde las principales villas turísticas, como Herceg Novi o el Puerto de Kotor, para conocerla. Haciendo honor a su nombre, esta fascinante gruta horada los acantilados para dejar que los rayos de luz caigan por sus paredes en perpendicular, iluminando así el fondo. Un tono color azul vibrante dota de alma al espacio. Una vez en la gruta, está permitido bañarse y bucear de forma controlada. Bajo el agua, se te revelará un universo marino casi irreal, hogar de fascinantes criaturas.

Playa Petrovac Central

Petrovac Central se ubica en la localidad de Petrovac, que pertenece al municipio de Budva. Esta playa pública gratuita de 600 metros de largo se ha convertido en una de las más populares, ya que dispone de todas las comodidades y servicios que te permitirán pasar un fantástico día de sol y mar en familia (incluidas tiendas con artesanía y productos típicos para llevarte a modo de souvenir). Junto a ella, la fortaleza veneciana de Castio, también conocida como Castello, es uno de sus principales puntos de interés artístico y cultural. Por la noche, las discotecas que hay a su alrededor animan la atmósfera para los más fiesteros.

Playa de Jaz

Algunas de las mejores playas de Montenegro se sitúan en la Riviera de Budva, de la que se afirma que su arena posee propiedades medicinales únicas en el mundo gracias a la alta concentración de minerales activos que contiene. La de Jaz se extiende a lo largo de 1,5 kilómetros y, precisamente, cuenta con una parte de arena dorada y fina, ideal para ir con niños de todas las edades. El agua azul profundo contrasta con los tonos rojizos de la tierra que la orilla y con el verde de la vegetación de la montaña, en un gesto casi teatral. En su otro sector, el más cercano a la ciudad, el paisaje se vuelve cada vez más rocoso e íntimo. Allí se ubica un área reservada al nudismo.

Por Playa de Jaz, donde nunca falta la música en directo, han pasado artistas como los Rolling Stones, Lenny Kravitz o Madonna, ya que ha sido elegida en numerosas ocasiones para convertirse en el escenario de importantes festivales de música, como el Sea Dance, elegido por la prestigiosa revista Forbes como uno de los 10 mejores festivales de Europa. Para cuando no estés bailando, la playa también dispone de servicios básicos: alquiler de tumbonas y sombrillas, duchas, baños, un aparcamiento y unos pocos chiringuitos. ¿Lo mejor? Que, incluso en temporada alta, hay espacio de sobra para estar cómodo.

Cala de Crvena Plaza o Playa Roja

De entre todas las playas de Bar en Montenegro, otra pintoresca localidad costera que salvaguarda el encanto de su pasado veneciano, destaca Crvena Plaza; también conocida como la Playa Roja por la tonalidad de las pequeñas piedras que forman su arena con cualidades medicinales, que incluyen fragmentos de arrecifes de coral. Esta costa situada al sur del país es en realidad una bonita cala semioculta de apenas 50 metros de longitud, con un área total de 600 metros cuadrados. El ecosistema rocoso de Montenegro despliega en ella toda su grandeza. Cuenta la leyenda que las sirenas acudían a esta bahía para salir a la superficie, donde peinaban sus largas melenas con corales mientras cantaban. Por esta razón, la playa ejerce un efecto sanador sobre todo aquel que la visita. Podrás comprobarlo por ti mismo durante tus vacaciones.

Queen 's Beach o Playa de la Reina 

La Playa de la Reina se dio a conocer con este sobrenombre porque era la favorita de la reina Milena Vukotić, la única monarca consorte de la historia montenegrina, casada con el rey Nicolás I de Montenegro en el año 1860. Está protegida de las multitudes en uno de los extremos de la isla Sveti Stefan, donde alterna una parte de arena rosada con otra de piedras multicolores, visibles en la orilla durante el baño. Una vegetación densa rodea a esta exclusiva cala de aguas tranquilas y transparentes. El acceso es sólo por mar, en taxi acuático: los barcos atracan en un estuario que, tras recorrer una cueva, dirige hasta la orilla. Por otra parte, la playa es privada, por lo que se debe abonar una entrada para poder disfrutar de su intimidad.

Playa de Mogren

Las dos partes de la Playa de Mogren se conectan por medio de una cueva. Está en la localidad de Plavi Horizonti, muy cerca de su casco viejo, en la Riviera de Budva. Se puede llegar fácilmente en autobús y después caminar un breve tramo hasta su recinto, donde alberga algunos chiringuitos y bares para comer o tomar algo. ¿La mejor hora del día para visitarla? Por la mañana, cuando da el sol. A medida que avanza la tarde, los barrancos que la rodean van proyectando su sombra sobre la arena. Se trata de una cala pública y familiar, con acceso gratuito en temporada baja y mediante el pago de una económica entrada en los meses de verano.

Curiosidades sobre las playas de Montenegro

Así son las playas de Montenegro

En Montenegro hay pocas playas de arena, ya que la mayoría están cubiertas con pequeños guijarros o rocas, lo que no hace sino intensificar su belleza natural; a medio camino entre la abundancia montañosa balcánica y la cercanía estética con el Mediterráneo. La salinidad del agua es más alta en las playas de Kotor que en las que dan al Adriático debido a las características del terreno. La costa del Mar Adriático y el fiordo de Kotor que de él nace han ido creando con el tiempo mágicos rincones que recuerdan a los de La Costa Azul, Mallorca o Capri, dando lugar a estéticas costeras diversas. Los hay para todos los gustos, y sus paisajes varían igual que los matices de este país aún desconocido de la Península Balcánica, siempre ricos, siempre cambiantes. 

Playas privadas en islas: qué tienes que saber

Como ya te adelantábamos más arriba, en Montenegro existen numerosas islas tanto naturales como artificiales, que cuentan con 11,1 kilómetros de costa en total. En algunas se puede pasar el día como parte de excursiones en barco, de forma gratuita o mediante el pago de una entrada; mientras que otras, privadas, permanecen cerradas al público por temporadas o están reservadas a los huéspedes de los alojamientos que allí se ubican. Ada Bojana es una isla naturista situada frente a Ulcinj, con un resort nudista inaugurado en los años 70 y algunas cabañas, a la que sólo pueden acceder las personas que se alojan en ella. Sucede lo mismo con Queen 's Beach, en Sveti Stefan.