Hay lugares felices donde el mundo se detiene y el tiempo deja de contar. Como si de una mirada a la luz de las velas se tratase, esa sensación de estar capturando el ahora junto a alguien especial se intensifica cuando la comida y el entorno acompañan. Estos restaurantes románticos en Mallorca son el escenario perfecto para disfrutar de una experiencia culinaria en pareja (o rodeado de tus mejores amigos; o como parte de unas vacaciones en familia). Porque los espacios gastronómicos de la isla invitan a ser vividos compartiéndose.

Restaurantes con vista al mar

Katagi Blau

Katagi Blau preside el rooftop del hotel Iberostar Selection Llaut Palma, un hotel de cinco estrellas ideal para descubrir Mallorca desde Playa de Palma. Su nombre significa “bajo el cielo no hay otro igual”. Fue galardonado con el premio al “Mejor restaurante de cocina fusión asiática en Europa” en 2019 y 2020 en los World Luxury Restaurant Awards. Su concepto, a cargo del chef José Pellegrino, acerca los sabores de Asia a los del Mediterráneo e incluye tempuras, sushi, sashimi y otras elaboraciones a base de pescado y marisco procedentes de fuentes 100% responsables. ¿La mejor hora para ir? Al atardecer, cuando las tonalidades del horizonte y la luz dorada del Mediterráneo tocan sus vistas con un halo mágico. 

Sa Illeta

Gracias a la serie de Netflix White Lines, este rincón se convirtió en uno de los restaurantes románticos con vistas al mar más fácilmente reconocibles de Mallorca. Su ubicación, Camp de Mar, en Andratx, está entre las mejores playas de Mallorca. Como su propio nombre indica, se trata de una pequeña isla gastronómica, construida sobre una plataforma de madera a la que se accede por un puente y que flota en aguas turquesas donde, de tanto en tanto, relucen al sol el perfil de un pez de colores o la textura cambiante de una roca. Los protagonistas de su carta son los arroces (opción vegetariana incluida). También destacan los platos a base de pescado fresco y los entrantes fríos y calientes hechos con productos de temporada.

El Pesquero

Frecuentado tanto por el público local como por los visitantes que acuden a Palma de Mallorca para descubrir la ciudad, El Pesquero aún conserva el encanto de la época que le vio nacer, pero adaptado a la gastronomía actual. Su historia comenzó hace más de 60 años, cuando los pescadores se reunían junto al puerto tras una larga jornada de faena para compartir platos marineros, charla y bebidas. Como no podía ser de otro modo, la especialidad de este restaurante con vistas son las elaboraciones de pescado y marisco del día. También se sirven desayunos, arroces, carnes y una amplia selección de tapas, creadas con ingredientes típicos de la zona como el queso mahonés, el pulpo, los chipirones, el pan payés o las hortalizas de la isla. Entre sus postres caseros, triunfan el cuarto “embetumat” y el gató mallorquín.

Restaurantes en Mallorca con encanto

Sa Ximbomba

Sa Ximbomba es uno de esos restaurantes románticos en Mallorca a los que querrás volver una y otra vez, sin importar la época del año. Su terraza exterior se ubica en un patio emblemático de Camí dels Reis que en sus vidas anteriores fue teatro de títeres, casa de comidas para comerciantes y colmado. Con profusión de árboles frutales de los que cuelgan guirnaldas de luces, flores, enredaderas, velas y muebles vintage, hoy es un rincón bohemio y relajado donde se come bien y a buen precio, con una amplia variedad de opciones veganas. ¿Sus platos estrella? Los pa amb oli y las pizzas, elaborados de mil y una formas.

Martinete

Entre los restaurantes en Mallorca con encanto de más reciente apertura, se encuentra Martinete, el espacio culinario dedicado a las tapas de Iberostar Selection Albufera Resort. Este complejo de lujo con vocación sostenible ha sido totalmente reformado en 2023. Se ubica en Playa de Muro, junto al Parque Natural de s’Albufera de Mallorca. Si eres uno de sus huéspedes, podrás degustar su tortilla de patata, sus patatas bravas o su gazpacho. Una decoración colorista y alegre de reminiscencias retro te situará en el mismo centro de la gastronomía española.

Sandro

A tan sólo un agradable paseo de distancia de la Catedral de Palma de Mallorca, la discreta pero magnética presencia de Sandro se abre a la calle a través de sus cristaleras. Para muchos, se trata del mejor restaurante italiano del lugar. El rey Felipe VI o el actor Morgan Freeman forman parte de su clientela más asidua. El ambiente, íntimo y acogedor, se presta al romanticismo. Elaboran sus pastas frescas a mano, entre las que destacan los raviolis rellenos y los tagliatelle. Otro de sus platos estrella es el clásico rigatoni cacio e pepe, con crema de pecorino y pimienta y acabado en la propia horma del queso pecorino.

Restaurantes bonitos en Mallorca

Nopal

En el caso de Nopal, el país invitado es México. Sus tacos tradicionales, entre los que no faltan los de cochinita pibil o los de pescado, se acompañan de música en directo, margaritas y buen rollo. Te llamará la atención por su cuidada decoración, además de por la energía que transmite. Al igual que los restaurantes románticos Martinete y Kyknos, pertenece a la oferta culinaria del recientemente renovado Iberostar Selection Albufera Resort, en Playa de Muro, a la que tendrás acceso si te alojas en cualquiera de sus hoteles.

Ca na Toneta

Paisaje. Oficio. Identidad. Placer. Sabor. Compromiso. Memoria. Alimento. Si la esencia de Ca na Toneta pudiera resumirse en unas cuantas palabras, serían estas. Este refugio campestre, ideal para una cena romántica, se ubica en la localidad de Caimari. Las hermanas María y Teresa Solivellas están al frente. Las recetas populares de Mallorca son el eje conductor de un menú cambiante en seis entregas integrado por dos entrantes (líquido y sólido), una coca salada, un plato de pescado, otro de carne y un postre.

Maca de Castro

Maca de Castro le imprime su nombre y su visión al restaurante que lidera en Mallorca, uno de los más bonitos de la isla, y que surgió como un homenaje al producto. La chef, con Estrella Michelín, recorre su territorio buscando los ingredientes con los que compone sus creaciones, del puerto de Alcúdia para el marisco, a su propio huerto en Sa Pobla para los vegetales, las frutas o las hierbas aromáticas que emplea. El plan romántico definitivo puede ser ir a ver el atardecer a Sa Foradada o Cala Deia, considerados de los más bonitos del mundo, y, luego, acudir a este exclusivo espacio para deleitarse con sus menús degustación.