Las rutas gastronómicas fomentan el turismo comunitario, ya que apoyan la economía circular y el intercambio cultural profundo, respetuoso y real en los destinos. Con gestos que ayudan a construir comunidad, practicar el gastroturismo también significa escuchar con el paladar; mantener la mente y las papilas gustativas bien abiertas para saber de dónde vienen y hacia dónde se dirigen las costumbres y tradiciones de cada sitio. Podría decirse que la comida ejerce de anfitriona y también de nexo de unión, como si de una maestra de ceremonias pasada, presente y futura se tratase. En los hoteles Iberostar, la resolución de ofrecer una cocina honesta, consciente y de proximidad se materializa tanto en la procedencia de los ingredientes como en el resultado final, priorizando siempre las elaboraciones de temporada, de kilómetro 0 y que tengan un origen responsable.
¿Qué son las rutas gastronómicas?
Las rutas gastronómicas, como su propio nombre indica, son itinerarios turísticos vinculados a la cultura culinaria. Forman parte de una filosofía viajera que busca descubrir nuevos lugares a través de la gastronomía, en especial, experimentando de primera mano cómo se obtienen los ingredientes locales y degustando los platos típicos que con ellos se elaboran. Los tours gastro pueden incluir restaurantes, bares o bodegas, pero también los cultivos o factorías propios de cada zona. Por otra parte, cuando hablamos de este tipo de recorridos, nos referimos no sólo a la comida, sino también a bebidas como el vino, en el caso del enoturismo, las aguas, la cerveza o los licores.
En otras palabras, se trata de conocer el mundo acercándose al patrimonio gastronómico de los destinos; de saborear las mejores historias por medio de sus productos y modos de producción más representativos. ¿Conectas con esta idea? A continuación te hablaremos de algunas de las mejores rutas gastronómicas por España y también por el resto del planeta para que planees tus próximas vacaciones a la carta.
Rutas gastronómicas por España
Un recorrido por los platos (y barrios) típicos de Madrid
Las rutas gastronómicas por Madrid son todo un clásico de la capital. No pierdas la oportunidad de probar algunos de los platos castizos más icónicos, como las croquetas de jamón, los callos, el besugo a la madrileña o los churros con chocolate en el desayuno y la merienda, además de vinos y vermús con denominaciones de origen de Madrid.
En el barrio de Malasaña, te espera la mítica tortilla de patatas de Bodega La Ardosa. Tampoco puedes dejar de probar el bocadillo de calamares del Bar Postas, junto a la Plaza Mayor, ni los caracoles de Casa Amadeo. Como comida principal, te proponemos unos huevos estrellados con pimiento verde, trufa o jamón en Los Rotos, Fismuler o Casa Lucio y distintas interpretaciones del cocido madrileño: las de La Bola y Malacatín en su versión más tradicional y las de Distrito Vegano y El Perro Gamberro en su versión veggie. A la vuelta, sorprende a tus amigos con unas rosquillas del Santo como souvenir gastronómico.
La ruta del atún rojo en Cádiz
La cultura culinaria de Cádiz es inacabable. Y, como por algo que empezar, una visita a sus pueblos costeros para aprender más sobre la pesca local del atún rojo te ayudará a vislumbrar una pequeña parte de su inmensidad. Este sector es uno de los principales motores de la economía gaditana, donde el mar da sustento a muchas familias. En primavera, concretamente a partir del mes de mayo, los atunes se acercan al litoral atlántico de sus costas, pasando por Barbate, Zahara de los Atunes, Conil, Tarifa o Chiclana.
En Chiclana de la Frontera se sitúa el hotel Iberostar Selection Andalucía Playa, en la primera línea de la playa La Barrosa. Allí, el restaurante Cataria, galardonado con un Sol Repsol en 2023, recupera la tradición de la parrilla marinera, heredada de las expediciones transoceánicas del siglo XIX. En este espacio, que cuenta con el asesoramiento de los chefs Pablo Vicari y Aitor Arregi, se sirven atún y otros pescados y mariscos frescos de la zona, al peso y según temporada; además de hortalizas de la huerta gaditana, postres tradicionales y alguna carne regados con una carta de vinos de veinticinco variedades. Otras rutas gastronómicas por Andalucía que no te puedes perder son las que tienen como protagonistas a los espetos en las playas de Málaga, a los huertos de tomate rosa en Huelva, a los olivares y al aceite de oliva en Jaén o a los bares típicos de Sevilla.
Viaje al corazón de los guachinches de Tenerife
Para continuar con esta selección de rutas gastronómicas por España, del sur de la Península Ibérica nos trasladamos hasta el corazón de la volcánica isla de Tenerife, donde la comida típica canaria se nutre de influencias españolas, africanas y latinoamericanas. Los guachinches son casas de comidas donde se sirven platos que nunca pasan de moda como el sancocho canario, el potaje de berros, el gofio, los tollos o las papas arrugás con mojo picón y verde acompañados de vinos de la región, a precios económicos y con la clara intención de preservar su autenticidad culinaria. Surgieron en el siglo XVII, cuando la producción vinícola de la zona empezó a despuntar y los dueños de las viñas y sus familias situaban sus puestos en los caminos, donde además de vinos ofrecían un plato de comida casera a los comerciantes y viajeros que pasaban por allí. Con el tiempo, se convertirían en fondas. ¿Algunos de los más populares para captar la esencia tinerfeña? Mi Guachinche Casa Pedro, El Capitán, Romance, El Talegazo y Los Toneles.
De vinos por Mallorca
En Mallorca, la esencia mediterránea lo envuelve todo, incluida la experiencia vinícola. La isla balear cuenta con dos denominaciones de origen, Binissalem y Pla i Llevant. Asimismo, la indicación geográfica Vinos de Mallorca identifica los caldos creados únicamente con uvas cultivadas en Mallorca y envasados allí. ¿Algunas variedades de vid que se trabajan? Las tintas Callet, Manto Negro o Fogoneu y las blancas Prensal, Chardonnay, Macabeo y Malvasía. Para descubrir los vinos de Binissalem, cuyas parras se elevan doscientos metros sobre el nivel del mar, nada mejor que visitar la localidad del mismo nombre, situada en la comarca que también alberga los románticos municipios de Santa María de Camí, Consell y Santa Eugènia, ideales para disfrutar de una cena mallorquina para dos. La denominación Pla i Llevant comprende un total de trece bodegas y da sustento a setenta viticultores en el centro y este de la isla, que se reparten por otros pueblos con encanto como Manacor, Capdepera, Artà o Sant Llorenç.
Un tour por las tabernas de Barcelona
Las rutas turísticas gastronómicas por Barcelona te permitirán moverte por los principales barrios de la ciudad, como el Gótico, el Borne, Poblenou, Poble Español o El Raval. Entre sus calles llenas de vida se localizan algunas de las tabernas más antiguas de la capital catalana, como la popular Casa Almirall, de 1860, o el bohemio Bar Marsella, que abrió sus puertas en 1820 y que en su día fue frecuentado por artistas y escritores como Salvador Dalí y Ernest Hemingway. En las listas de las mejores patatas bravas, están las del Bar Marcel Santaló, las de Senyor Vermut y las del Bar del Pla, otras tascas típicas de visita obligada. Marídalas con un vermú o una caña de cerveza para vivir la experiencia completa. ¡En esta guía completa de Barcelona encontrarás muchas más recomendaciones para disfrutar de tu estancia!
Las mejores rutas gastronómicas en el mundo
Degustación de moles en Riviera Maya y Cozumel
En México, con una gastronomía rica y variada, hay tantos tipos de mole como relatos comunitarios asociados a ellos. Se tiene conocimiento de hasta cincuenta clases distintas, en su mayoría originarias del centro del país. Los moles más característicos son el poblano, procedente del estado de Puebla, el rojo (mole común) o el verde. En sus orígenes, era ofrendado a los dioses (los mayas se lo brindaban a sus deidades en enclaves sagrados como la Pirámide de Chichén Itzá) y, también hoy, se sirve para agasajar a los invitados y hacer que se sientan como en casa. Todos los moles tienen algo en común: su ingrediente principal es el chile picante mexicano que, a su vez, cuenta con numerosas variedades y se emplea en diversas recetas.
En los hoteles Iberostar de la Riviera Maya y Cozumel, donde se ofrece lo mejor de la cultura culinaria de México, podrás degustar algunos de estos moles junto a otros deliciosos platos de la cocina mexicana. Tanto los espacios de restauración del complejo Iberostar Playa Paraíso en Riviera Maya como los del hotel Iberostar Waves Cozumel están diseñados para deleitar a tu paladar. Como por ejemplo, la cantina mexicana Las dos Marías, situada en las instalaciones de este último, donde tampoco faltan elaboraciones típicas como los tacos al pastor o la cazuelita de cochinita pibil.
Aromas y especias en los mercados de Marrakech
Otra de esas rutas gastronómicas por el mundo que marcará un antes y un después en tu historial viajero es la que recorre Marrakech, la ciudad de los aromas, con el paladar y la nariz. Este tour se detiene en explorar los mercados de la capital de Marruecos, donde encontrarás todo tipo de especias. El inmenso zoco central comienza en la Plaza de Jamaa el Fna y se extiende a lo largo de decenas de callejuelas. Allí podrás hacerte con una infinita variedad de hierbas aromáticas y condimentos, además de probar la auténtica comida callejera marroquí. Por otra parte, el mercado de las especias del barrio de Rahba Kedima fue elegido por National Geographic como el tercero mejor del mundo. Después de una jornada activa por la ciudad, en el restaurante marroquí Jawhara del hotel Iberostar Waves Club Palmeraie Marrakech, a tan sólo quince minutos de La Medina, podrás saborear un sabroso tajín, un cuscús preparado a la manera tradicional o delicias dulces y saladas como su pastela de pollo y almendras.
Recorriendo la historia de la comida callejera en Lima
La historia de la comida callejera de Perú acompaña a la de sus comunidades indígenas: los vendedores incas ya ofrecían sus alimentos en puestos ambulantes. Más tarde, con la llegada de los españoles, esos sabores ancestrales se fusionaron con los que venían de fuera, dando lugar a la cocina peruana actual. Hoy, la cultura callejera representa un modo propio de entender la comida y también la vida, con precios asequibles y fácil acceso para toda la población. Una buena forma de sentir todas las emociones que transmite es dejarse llevar por el centro de Lima, su capital, y probar bocados típicos como las empanadas, los anticuchos, la papa a la huancaína o la causa limeña en los tenderetes que se sitúan a pie de calle. El restaurante Ortega & Huamán, ubicado en el hotel Iberostar Selection Miraflores, está liderado por el prestigioso chef peruano Carlos Testino y aúna lo mejor de las gastronomías peruana y española. Con propuestas como el ceviche, el lomo saltado o el suspiro limeño, completará tu recorrido culinario por Lima.
Del café, al cacao: Punta Cana y Puerto Plata a través de sus granos ancestrales
La comida dominicana es una explosión para los sentidos. En las rutas turísticas gastronómicas por el país caribeño nunca faltan productos como las frutas exóticas. En todo su territorio, incluidos destinos como Punta Cana, platos como la Bandera Nacional o el mangú con los Tres Golpes se sirven a la hora del desayuno y el almuerzo. El plátano se ha convertido en un símbolo del país; mientras que el cacao y el café han estado presentes en su historia desde tiempos inmemoriales. Recorrer algunos cafetales familiares es posible con las rutas del Café Atabey, la del Café Jamao y la de Monte Alto. En Iberostar Waves Costa Dorada, en Puerto Plata, podrás introducirte en la cultura del cacao en un espacio especialmente reservado para ello. Con esta y otras iniciativas, Iberostar apoya la producción de más de 200 agricultores locales, impulsando de este modo el turismo comunitario.
Tapas, raciones y música por el Barrio Alto de Lisboa
Un tour de tapas por el Barrio Alto de Lisboa, centro de la vida nocturna y musical, siempre es una buena idea. A ritmo de fado (o de indie, rock o techno: hay locales para todos los gustos), entre la Rua do Norte, la Rua da Atalaia y la Rua do Diário se concentran bares tan pintorescos como A Brasileira, la Taberna do Bairro Alto, la bodega Artis o Petiscos, con una variada selección de viandas típicas donde nunca faltan el bacalao à Bras o las sardinas a la plancha. Durante tu estancia en Iberostar Selection Lisboa, un hotel urbano de cinco estrellas, también podrás saborear platos tradicionales a base de pescado y marisco procedentes de fuentes de pesca responsables en su restaurante Luz. Lanzarte a conocer Portugal en bici desde Lisboa te permitirá seguir profundizando en su rica cultura. Puedes combinar un recorrido cicloturístico con distintas rutas gastronómicas, o incluso organizar tu propio itinerario foodie por el país.
