¿Cuáles son los mejores destinos de Sudamérica para ir de vacaciones? De la exuberancia vegetal de Brasil a la luminosidad de Perú, este artículo te invita a recorrer el extremo más meridional del continente americano con una mirada consciente y atenta. A lo largo de las siguientes líneas, te enamorarás de la belleza salvaje de las Islas Galápagos, en Ecuador. Te contagiarás de la alegría vital de Santa Marta, en Colombia. O sabrás por qué Eagle Beach, en Aruba, está considerada como una de las playas más especiales de todo el planeta. Luego, podrás escoger la escapada que más vaya contigo.
Todos los lugares que aparecen en este artículo albergan una biodiversidad única. Sus comunidades locales, herederas de los pueblos nativos originarios, se encargan de salvaguardarla con prácticas sostenibles y conectadas a los distintos territorios. Así, interesándote por el turismo comunitario (ese modo de viajar que apoya a las pequeñas economías familiares, las culturas tradicionales y la conexión con el medio ambiente) tú también estarás ayudando a proteger una parte muy importante de ese legado. En este Top 10 encontrarás inspiración para tus viajes de naturaleza y mar; empezando por el país más bonito de Sudamérica visto desde su litoral y continuando por algunas joyas insulares casi secretas, custodiadas por corales, esculturas y selvas milenarias.
Viajar a Sudamérica: playa y naturaleza en el mismo destino
Los mejores destinos de Sudamérica tienen en común que aúnan playas paradisíacas y otros entornos naturales de enorme valor ecológico. Con ecosistemas tan diversos como los manglares, los bosques tropicales húmedos, los arrecifes coralinos o los desiertos de sal, no pueden clasificarse dentro de una sola categoría. En América del Sur la norma es la variedad. Emprender un viaje por su trazado equivale a vivirlo todo. Podrás relajarte y descansar a la orilla del mar con un cóctel en la mano, pero también mantenerte activo, practicar deporte y apuntarte a expediciones que te llevarán hacia los confines de la Tierra.
El infinito placer de visitar estos enclaves conlleva también una gran responsabilidad: la de cuidar de los hábitats como si fueran tu casa. Porque, de hecho, lo son. Dejar los sitios por donde pasas mejor de cómo los encontraste puede marcar la diferencia para el futuro de todos. Gestos sencillos como evitar los plásticos de un solo uso en la medida de lo posible, priorizar los ingredientes que se cultivan en cada zona o acercarse a los animales y las plantas con respeto no cuestan nada y, sin embargo, su poder para cambiar el mundo es inmenso. A continuación, encontrarás muchas más razones para sumarte al cambio durante tus próximas vacaciones al continente americano, incluido el país más bonito de Sudamérica.
Los mejores destinos de Sudamérica
Praia do Forte, Brasil
Las tortugas marinas son las anfitrionas que no te esperas de Praia do Forte, Brasil. Todos los años en temporada de desove, al menos cuatro especies en peligro de extinción acuden a sus orillas a depositar los huevos. Ver cómo las crías corren hacia el mar después de haber roto el cascarón se convertirá en una de esas experiencias que recordarás toda la vida. La playa se sitúa al norte del estado donde comprenderás el significado del lema “sonríe, estás en Bahía”. Los 14 kilómetros de esta costa protegida, con su arena blanca y sus aguas cristalinas, están llenos de sorpresas. Allí, rodeado por los famosos cocoteros de la restinga, se ubica Iberostar Selection Praia Do Forte, un resort de cinco estrellas que apuesta decididamente por la sostenibilidad y cuenta con una estación de vigilancia de tortugas dentro de sus instalaciones. Como ya habrás intuido, te aguardan grandes aventuras si decides alojarte en él.
Bahía do Sancho, Brasil
Sin salir de Brasil, tu ruta podría llevarte hasta la no menos idílica Bahía do Sancho, que se encuentra entre los destinos de Sudamérica (y del mundo) más premiados. Por un lado, tendrás la oportunidad de bucear y hacer snorkel en el Parque Nacional Marino de Fernando de Noronha, donde se localiza; reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2001. Muy cerca, en la llamada Bahía de los Delfines, también nadarás junto a estos simpáticos mamíferos en libertad, peces de colores y rayas. Por otro lado, podrás hacer rutas en barco hasta llegar a sus grutas ocultas, iniciarte en el trekking por sus caminos pedregosos y flanqueados por la rica flora de la región o contemplar sus dos cascadas, que gracias a la temporada de lluvias descienden directamente desde las rocas hasta la playa.
Islas Galápagos, Ecuador
La siguiente parada implica un cambio de país y de postal, pero no de calidad geográfica: de las costas brasileñas, a las Islas Galápagos, a unos 1.000 kilómetros de distancia del Ecuador continental. En concreto, la Isla Gardner, un atolón virgen donde los lobos marinos campan a sus anchas, es uno de los mejores destinos de Sudamérica para los amantes de los animales. En este paraje de ensueño, podrás avistarlos de forma ética mientras toman el sol en la orilla o juegan con las olas. Si tienes suerte, otras criaturas del mar de lo más curiosas se acercarán a saludar. Los lobos marinos comparten su hogar con tortugas gigantes o galápagos, pingüinos, iguanas o piqueros de patas azules, unas aves autóctonas que reconocerás por el llamativo tono celeste de sus patas. Al estar ubicado a ambos lados del ecuador, este archipiélago volcánico del Océano Pacífico es un paraíso para la fauna.
Santa Marta, Colombia
Colombia ha obtenido el reconocimiento de país más bonito de Sudamérica en 2024. Sin duda, puntos marcados en rojo en su mapa como el Parque Nacional Tayrona, el Yacimiento Arqueológico de la Ciudad Perdida o el Cabo San Juan, próximos a la localidad costera de Santa Marta en Magdalena, lo merecen. La peculiaridad de este destino (que es a la vez muchos destinos en uno) tiene que ver con que, al mismo tiempo que te bañas en sus playas y calas de color esmeralda, contemplarás los picos blancos de su Sierra Nevada. Nunca antes mar y montaña formaron un todo tan equilibrado. Además, desde la conocida como “la perla de América”, la barrera de coral de la reserva de Tayrona puede admirarse desde la superficie o en inmersiones de hasta 40 metros de profundidad. Tras una jornada playera, quizás te apetezca ir a hacer senderismo por la cordillera.
Punta Sal, Perú
Punta Sal, en Perú, es una ciudad y un balneario cuyas aguas poseen propiedades medicinales. Su ambiente tranquilo propicia el descanso y la desconexión junto al océano. Pero también la exploración y los planes activos al aire libre. Y es que este área del distrito de Punta Canoas, al norte del país peruanon, acoge ecosistemas como los manglares, los arrecifes de coral o los esteros, estas últimas, zonas húmedas bajas y pantanosas cuya buena salud resulta crucial para las migraciones de las aves o la supervivencia de moluscos, reptiles y mamíferos de tamaño reducido. ¿Te imaginas todos los paisajes distintos que conocerás durante tu estancia? Adéntrate en ellos con el cuidado que se merecen: estos tips fáciles de turismo sostenible te guiarán. Sus temperaturas, casi siempre cálidas, harán el resto.
Cabo Polonio, Uruguay
La localidad de Cabo Polonio, en Uruguay, comparte nombre con el parque natural donde se emplaza. Concretamente, se encuentra en el departamento de Rocha, en la costa atlántica uruguaya. Allí, entre sus asentamientos de pescadores, sus dunas doradas que superan los 20 metros de altura y sus románticos faros, sentirás que el tiempo se detiene. A algunas zonas ni siquiera llega la electricidad; otras, más urbanizadas, cuentan con alojamientos, restaurantes y chiringuitos tradicionales a pie de playa. La versatilidad de este litoral, uno de los destinos de Sudamérica más auténticos, también da pie a la práctica de deportes de agua como el surf o al avistamiento de aves y leones marinos en libertad. ¿Te apasionan las plantas? Entonces, la interpretación de flora local, con especies en riesgo de extinción como la redondita de agua o la banana do mato, te parecerá un planazo.
Salar de Uyuni, Bolivia
No, no es otro planeta. Es el Salar de Uyuni (también denominado Salar de Tunupa), en Bolivia. O la salina más grande de la Tierra. Este terreno de aspecto irreal se sitúa en el corazón de los Andes, al sur del país boliviano. Sus casi 11.000 kilómetros cuadrados de desierto de sal blanca y brillante, con lagunas que parecen espejos donde se refleja el cielo, formaciones rocosas de geometría perfecta y hasta islas enteras compuestas de este mineral y salpicadas de cactus, te dejarán sin palabras. La salinidad colmará toda tu atención y tus sentidos, llevándote a un estado meditativo por el simple hecho de permanecer allí. Eso sí, tanto si te apuntas a una expedición guiada como si te aventuras a recorrer el salar por tu cuenta, asegúrate de llevar el calzado adecuado y un protector solar con factor alto. ¿Un plus sostenible? Reduce tus residuos (y, por tanto, también tu huella de carbono durante las vacaciones) incluyendo un kit zero-waste básico en la mochila.
Isla de Pascua, Chile
Si el desperdicio cero es decisivo para viajar de un modo más consciente, la salud costera resulta fundamental para el equilibrio no sólo de los lugares de playa, sino de todo el planeta. Entre los destinos de Sudamérica bañados por el mar más fascinantes se encuentra la Isla de Pascua o, en su lengua originaria, Rapa Nui, en Chile. Se localiza a 3.700 kilómetros de toda orilla y en ella viven menos de 8.000 personas. Seguramente te suenen sus moáis. Son grandes esculturas monolíticas, grandes bustos humanos de piedra que se erigieron entre los siglos XIII y XIV y que todavía hoy conservan su halo de misterio. ¿Cómo pudieron ser construidos con los medios que de se disponía en la época? Visítalos en el Santuario de Ahu Akivi o el complejo de Tahai para hallar respuestas. En total, hay 900 repartidos por la isla. Los volcanes (y los parajes que se extienden en torno a ellos), los acantilados y, por supuesto, las playas, son otros atractivos de este remoto destino del Pacífico.
Mar del Plata, Argentina
¿Qué poemas nuevos fuiste a buscar?
Una voz antigua de viento y de sal
te requiebra el alma y la está llevando (...)
Estos versos de Mercedes Sosa, que pertenecen a la canción Alfonsina y el mar, dedicada a la escritora argentina Alfonsina Storni, hablan del vínculo entre Mar del Plata y la poesía. Allí vivió y murió la poeta. Y allí, donde la naturaleza, la ciudad y la playa unen sus fuerzas, hallarás uno de los mejores destinos de Sudamérica para sentarte a escuchar la voz del oleaje. La Playa Grande y Punta Mogotes te reconectarán con el carácter abierto de Argentina, en este caso, a través de largos paseos por la orilla. Más allá, el bosque de Peralta Ramos, un pulmón verde ideal para perderse entre pinos, tamarindos, eucaliptos y robles, te dará la bienvenida a otra etapa del viaje algo más silenciosa y contemplativa.
Eagle Beach, Aruba
Para terminar, un soplo de romanticismo. Porque unas vacaciones para dos en Aruba siempre son una buena idea. Sobre todo, si el escenario escogido ostenta la distinción de playa número uno del Caribe y segunda del mundo. Eagle Beach promete una fusión entre lujo y relax, pero sin dejar de lado las prácticas de sostenibilidad. La combinación entre arena blanca y suave, aguas prístinas, filas de palmeras, clima templado, evocadoras construcciones de madera y, en definitiva, esa profusión de espacios naturales donde reencontrarse con lo esencial (ya sea en pareja o en tu propia compañía) la destacan como una gema marina. JOIA Aruba by Iberostar Eagle Beach es un resort de categoría superior de nueva apertura orientado a adultos. Todo en este alojamiento ha sido diseñado para que vivas una experiencia memorable. Sus suites con vistas, su infinity pool, sus restaurantes gourmet, su SPA Sensations con tratamientos exclusivos… cada uno de los rincones del complejo te dará acceso a la belleza de uno de los mejores destinos de Sudamérica.
