El ritual del hammam marroquí va más allá del cuerpo. Trasciende la belleza y la experiencia de los sentidos para llevarte a un estado donde vibra el espíritu. Forma parte de las tradiciones y las rutinas diarias de Marrakech, por lo que vivirlo en tu propia piel durante tus vacaciones también te ayudará a entender mejor su cultura. Hoy, la capital de Marruecos comparte esta costumbre con otras ciudades del Norte de África y de Oriente Próximo, aunque sus antecedentes hay que buscarlos en el Imperio Romano. Pero ¿qué es un hammam exactamente? ¿Qué beneficios tiene? ¿Necesitas algo especial para ir? La respuesta te sorprenderá.

una puerta con una barandilla

¿Qué se necesita para ir a un hammam?

Ahora que ya sabes qué es un hammam, ha llegado la hora de que te prepares mentalmente para una vivencia altamente emocional que recordarás toda la vida. En Marrakech, algunos son públicos y otros, privados (en estos últimos, tendrás que abonar el precio de la entrada o los tratamientos). Una vez dentro, deberás despojarte de los prejuicios. Puedes utilizar una braguita de bikini o un slip o cubrirte con una toalla pequeña. Tú eliges cómo te encuentras más cómodo. En cuanto a las ideas preconcebidas, te recomendamos dejar en la puerta la imagen del spa occidental para entregarte a una experiencia algo distinta.