Turismo en Portugal Lisboa, la capital del mundo del Street Art
Los últimos años en Lisboa han supuesto una auténtica revolución para sus muros, que han pasado de ser un elemento constructivo a convertirse en verdaderos lienzos. Auspiciados por creadores locales como Vhils y por la Galeria de Arte Urbana, un organismo municipal dedicado a incentivar y legalizar estas intervenciones, toda la ciudad se ha visto embellecida y reinventada en un museo al aire libre que es una gozada descubrir. Este es un recorrido que nace del corazón de la ciudad y que termina en barrios inesperados que están en plena ebullición.
Para que puedas disfrutar de todo ello, te animamos a descubrir nuestro hotel en Lisboa. Su inmejorable ubicación, muy cerca de la plaza del Marquês de Pombal, la avenida da Liberdade —repleta de tiendas de lujo— y el parque de Eduardo VII, se trata de un lugar perfecto para que puedas empezar a recorrer cómodamente los rincones que cautivaron al mismísimo Fernando Pessoa.
¡A disfrutar, aprender y posar!
Cronos
Todo germinó hace 8 mayos. Aquella mañana de primavera, la Avenida Fontes Pereira do Melo -una calle exclusiva situada a unos pasos del hotel Iberostar Selection Lisboa- apareció con tres de sus inmuebles convertidos en enormes lienzos para los artistas urbanos más famosos del momento: Gémeos, Blu y SAM3. Comisariada e instigada por Alexander Fartos (aka Vhils), este proyecto llamado Cronos nació para concienciar a la ciudad sobre la relevancia del Street Art y, de paso, para dejar a la urbe una obra que estaba condenada a desaparecer demolida. Y sin embargo hoy sigue en pie y se ha convertido en una de las 'gamberradas' artísticas más famosas e inspiradoras que existen en todo el mundo.
LX Factory
Más que un fenómeno local, esta fábrica ubicada bajo el puente de Alcántara ha supuesto toda una revolución global. Estamos ante un ejemplo de edificio industrial entregado a creadores, lo que ha generado una especie universo paralelo donde la imaginación no tiene límites. Se podría decir que sus torrentes de ideas contagian y alegran el día. Y, por su puesto, en este ecosistema de tiendas, bares, estudios y librerías el arte urbano se ha ganado un hueco como avisador de que aquí se cuece algo y como discurso estético disruptivo e indiscutiblemente estimulante.
Recorrer tanto el interior como el exterior de este complejo es encontrar microcosmos donde cada artista deja constancia de su propio imaginario. Bordalo II, en su impresionante abejorro, demuestra que los desechos se pueden transformar en collages coloridos. Mário Belém dibuja un enorme desfile de muñecos, personajes y criaturas (en la imagen) que están a medio camino entre sus recuerdos de infancia y sus ensoñaciones de adulta. Otras de las intervenciones más instagrameadas, es la frase que el colectivo MaisMenos proyecta en una pared de ladrillos donde se puede leer “Until debt tear us apart”, versionando la famosa canción de Joy Division.
Underground Village
La Underground Village es la imaginación hecha coworking. En este espacio ganado a las instalaciones del tranvía de Lisboa, justo al lado de la LX Factory, se acumulan contenedores obsoletos y autobuses londinenses (sí, sí, traídos de la metrópolis británica) en lo que parece un cementerio de moles. Y sin embargo, su interior se ha habilitado para acoger oficinas y cafeterías hipster cuyos exteriores son grandes lienzos coloridos que preludian lo que espera en su interior. Descubrir cada espacio es navegar entre balcones, pasarelas metálicas y hasta columpios.
Uno de los objetivos iniciales de la GAU (Galeria de Arte Urbana) fue evitar que el Bairro Alto se llenara de pintadas que, en el fondo, son las antípodas de esta disciplina underground. Por eso, incentivó e instó a los artistas locales más brillantes a recuperar la tradición muralista y reivindicativa de sus calles. Consecuencia de ello son obras como el Fresco Revolucionario de la Travessa dos Fleis de Deus, una creación de Antonio Alves y RIGO con la que homenajean los carteles que, en los años 70, sirvieron como acicate para la Revolución de los Claveles.
Alfama
No obstante, el imaginario local sigue teniendo presencia en otros rincones de Lisboa. En las callejuelas y cuestas del histórico barrio de Alfama, el fado conquista las paredes de diversas formas. Una de ellas, la más monumental, es el homenaje de Vhils a Amalia Rodrigues en un parquecito en la Rúa São Tomé en forma de mosaico de adoquines. Otra es Fado Vadio, una enorme fachada que decora folclóricamente la escalerita de São Cristóvão que es todo un repaso a la historia de este tipo de música con Fernando Maurício y Maria Seveda como protagonistas.
Bajar (o subir) del castillo a Baixa es todo un laberinto peatonal donde ha encajado a la perfección los nuevos estilos de murales. Su presencia alegra la caminata y la adereza con fotos inesperadas ante imágenes tan hipnóticas como los ojos Segue ubicados en Beco do Maldonado (en la imagen). Además de por la iniciativa propia de cada creador, Alfama ha encajado tan bien en el siglo XXI con festivales como Paratissima, que promovió un tipo de intervención más artística que reivindicativa.
Calçada da Glória
Otra de las direcciones fundamentales de este recorrido es la Calçada da Glória, famosa por el funicular homónimo que sube hasta el Bairro Alto. A lo largo de esta empinada calle hace unos años se improvisaron enormes lienzos para que, periódicamente, fuesen pintados por grafiteros locales. Una iniciativa de la Galeria de Arte Urbana con la que se consigue fusionar mucho más el patrimonio con el arte contemporáneo... y callejero.
Marvila
Vhils no solo incita y crea, también ha conseguido sofisticar el Street Art en Lisboa. Hace unos años abrió Underdogs, una galería de arte dedicada a sus colegas grafiteros donde expone las obras y corrientes más destacadas de este lenguaje. Su presencia ha impulsado el barrio de Marvila hasta convertirlo en el nuevo 'place to go' para los viajeros más creativos y, además, ha alegrado sus muros con obras como las de Okuda San Miguel (en la imagen). La razón es sencilla: cada vez que un artista expone en su galería, asume el compromiso de pintar una obra en el exterior.