Golf, vela y tenis Mallorca, la isla de los deportes de lujo
Parece mentira que una isla como Mallorca que mide solo 3.640 km2 tenga tanta oferta de ocio y deporte. La clave de su éxito está en la variedad de paisajes y playas que la convierten en una meca para los viajeros más activos. Unas condiciones que se aderezan con una climatología estable todo el año, permitiendo zambullidas, ascensiones y expediciones asequibles en cualquier mes. Además, en las últimas décadas, diferentes iniciativas han conseguido darle un toque premium a cada aventura para que descubras este paraíso natural de formas muy atractivas... y emocionantes.
Golf
Mallorca cuenta con 23 campos de golf, muchos de ellos situados en el top 10 de mejores recorridos de España según publicaciones especializadas como Golf Digest o Leading Courses. Y eso es mucho decir, y más si se tiene en cuenta la calidad media que tienen estos complejos en este país. Pero, por encima de esto, destaca cómo se alternan los greens con los olivos, cómo las colinas abrazan búnkeres y cómo las Casas Club de centros como Son Gual, Alcanada o Son Severa cuidan al máximo las instalaciones y los servicios.
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Excursiones a caballo
Tradicionalmente, el caballo y otros equinos han servido para moverse por la isa y llegar a los lugares más recónditos y agrestes. Por eso, como la isla todavía conserva muchos parajes por descubrir, hacerlo a lomos de un corcel es una excursión 100% autóctona y responsable. Las expediciones son variadas, desde los plácidos paseos por los caminos del interior o por la Albufera hasta las excursiones más atrevidas por la sierra de Tramontana, con las calas más remotas como objetivo a lomos de animales todoterreno.
Buceo
En el caso de Mallorca, el buceo se convierte en un lujo porque permite llegar a las diferentes cuevas submarinas que se encuentran en su costa. Además, la heterogeneidad geológica de este territorio hace que haya una cavidad para cada tipo de inmersión, atrayendo a cualquier aventurero, tanto el que busca mejorar y encontrar lugares inexplorados como el que busca un bautismo con alicientes.
Yoga y Pilates en la naturaleza
El adjetivo 'mediterráneo' siempre ha calificado positivamente la gastronomía, el estilo de vida y, también, la forma de desconectar. Al aire libre, las lomas, el pasto y los acantilados se convierten en los mejores aliados para aquellos que buscan el nirvana o que se entrenan en estático. Los beneficios son muy variados, desde la implicación de los cinco sentidos hasta la mayor oxigenación o la obtención de energías positivas. Además, para multiplicar exponencialmente tu experiencia reparadora, acércate a Sea House de Iberostar Selection Albufera Park y podrás practicar yoga en lugares tan especiales como sobre una tabla de Paddle Surf en una cala vacía.
Tenis
El mallorquín más universal no es otro que Rafa Nadal, un tenista que, por encima de sus logros profesionales, ha conseguido importar el amor por este deporte a la isla. Y lo ha hecho con un centro de entrenamiento donde se ofrecen experiencias de la mano de los profesionales que le moldearon para ser todo un campeón. En su Academy, además, se puede conectar más con el mito visitando su museo, donde relucen sus trofeos, y disfrutar de sus servicios de centro médico deportivo. Por otro lado, los hoteles Iberostar de la isla como Iberostar Waves Playa de Muro o Iberostar Selection Albufera Park, entre otros, cuentan con sus propias pistas donde jugar unos partidillos durante las vacaciones.
Vela
Cuando se pasea por los muelles de Portals Nous, Port Adriano o Port de Mallorca es lógico pensar que se está en Montecarlo. El nivel de estas marinas y de sus servicios es tan alto que ha conseguido atraer a los mejores yates del mundo, además de organizar algunas de las regatas más sofisticadas del Mediterráneo. Ante este panorama, ¿quién se resiste a alquilar un velero y surcar la isla? Las diferentes compañías que operan en estos amarres ofrecen barcos -con y si patrón para los que tengan el carnet- que cuentan con el encanto de navegar a vela y de contar con todos los lujos de un yate.
Parapente
Mallorca es una isla montañosa y vertiginosa. La sierra de la Tramontana, que vertebra la parte norte, alcanza los 1.436 metros de altitud y sus picos no distan mucho de la llanura y del mar. Esta orografía abrupta es perfecta para lanzarse con un parapente y ser un pájaro que planea con los suaves vientos. Pero, además, este destino cuenta con el aliciente de tener puntos de despegue a diferentes altitudes, por lo que las vacaciones se pueden iniciar con saltos cortos a 250 metros sobre el nivel del mar y acabar superando los 1.000 metros en vuelos donde sentirse como un pájaro.