Felicidad en vacaciones Ocho trucos para ser un viajero feliz
Viajar es el hobby que más enriquece.
"Quien quiera viajar feliz debe hacerlo con equipaje ligero", dijo Antoine de Saint-Exupery. Pero ¿te has preguntado alguna vez qué otras condiciones debemos cumplir para alcanzar la felicidad viajera? Nosotros, sí: ¡aquí van nuestras reflexiones!
VIVE EL PRESENTE SIN EXPECTATIVAS
Bertrand Russell, Nobel de Literatura, ya advirtió en La conquista de la felicidad que la resignación es una cualidad básica para alcanzar la dicha. "Mucha gente se impacienta o se enfurece ante el más mínimo contratiempo, y de este modo malgasta una gran cantidad de energía que podría emplear en cosas más útiles", afirma en su famoso libro.
Por ello, para evitar estropear nuestra aventura preocupándonos por todo lo que se supone que deberíamos hacer (subir a la torre más alta, ver el atardecer desde ese sitio que nos recomendaron, comer en el restaurante de moda…) e impacientándonos ante cada minucia del viaje (trenes que llegan tarde, maletas que no llegan nunca…), lo mejor es, simplemente, concentrarse en el momento presente. Como postula el omnipresente mindfulness, respira hondo, centra tu atención en lo que está sucediendo -sin dejar de ponerlo en perspectiva- y, sobre todo, déjate llevar. Al fin y al cabo, ¡estás de vacaciones!
NO TE OBSESIONES CON HACER LA FOTO PERFECTA
Nos encantan Instagram, Facebook, Twitter y todo lo que signifique compartir maravillosos momentos de nuestros viajes con amigos. Pero de ahí a perder dos horas de nuestro preciado tiempo de descanso para lograr la foto perfecta, hay una diferencia.
¿De verdad es tan importante copiar la pose que cada blogger de moda se ha hecho antes en ese lugar? ¿O esperar a que salga el número justo de estrellas para captar la instantánea con la que soñamos? A menos que seas fotógrafo y viajes, precisamente, para capturar paisajes, lo mejor es registrar una imagen cuyo proceso no nos quite demasiado tiempo para seguir explorando nuestro destino. Así, además de ganar tiempo para invertirlo en quehaceres más divertidos, lograremos agobiarnos menos -nosotros y nuestros acompañantes- y, ¡quién sabe!: Quizá rompamos con la tendencia dominante y empecemos, por fin, a tomar fotos espontáneas, de las que realmente nos hacen trasladarnos al momento en el que las hicimos.
CONVIÉRTETE EN EL COMPAÑERO/A DE VIAJE IDEAL
Todos tenemos días buenos y… días menos buenos. Hablamos de esos días en los que estamos agotados y no paramos de poner excusas para todo, porque cualquier paseo nos parece la subida a un ochomil. Pero que no cunda el pánico: es posible no arruinar nuestras estupendas vacaciones por una discrepancia, o un ratito de cansancio -que ya se sabe que en los viajes, como en la casa de Gran Hermano, todo se magnifica-. Para conseguirlo, incluso en nuestros momentos más bajos, lo ideal es no perder de vista las cualidades de un compañero/a de aventuras ideal: la capacidad de diálogo, la tolerancia y la paciencia. Poner en práctica estas habilidades nos servirá, algunas veces, para sobrellevar la actitud del otro con buena disposición… y otras, ¡para no dejarnos llevar por nuestro propio mal humor!
INTÉGRATE EN LA CULTURA DE TU DESTINO
No te conformes con ser un mero espectador del día a día de tu destino: esos preciosos paisajes que te animaron a contratar tu viaje son más que un mero decorado, ¡están vivos! Merece la pena mezclarse en ellos para conocer a fondo el lugar, para aprender de sus gentes, para sentir que, realmente, estás en un sitio diferente, y no admirando una postal. Haciéndolo, lograrás salirte de los circuitos turísticos tradicionales y descubrirás estampas, personas y costumbres extraordinarias e inesperadas. ¿Y no es acaso para asombrarnos con la diferencia para lo que viajamos en primer lugar…?
ALIMÉNTATE DE LA COMIDA TRADICIONAL DEL LUGAR
Y no sólo por lo que decíamos de integrarnos con la cultura de destino; es que, además, siempre resultará ser mucho más sana que cualquier otra. ¿De verdad merece la pena ir al Caribe para comer en una cadena de comida rápida, con la de delicias regionales que sirven en cualquier parte…? Recuerda que los platos típicos suelen elaborarse con productos locales, frescos y de temporada, lo que sin duda sienta genial a nuestro organismo y, por ende, ¡a nuestro bienestar y nuestra felicidad durante el viaje!
APRENDE ALGUNAS PALABRAS EN EL IDIOMA DEL PAÍS AL QUE VIAJAS
Vale que todo el mundo te entiende si dices “hello”, pero, con ello, no vas a conseguir la misma reacción que chapurreando algunas palabras en el idioma del lugar en el que estás. De hecho, contemplar la cara de satisfacción de los lugareños cuando intentas comunicarte de esta forma, es una de las mejores experiencias que te reportará tu aventura. Además, este será un modo perfecto de ganarte su afecto y comenzar conversaciones (sea en el lenguaje que sea) que abrirán tu mente a nuevas ideas y formas de vida… y, quizá, la cambien para siempre.
PRACTICA EL TURISMO SOSTENIBLE
Todos sabemos que nuestro planeta cuenta con recursos finitos, pero, a veces, parece que lo olvidemos cuando vamos de viaje. Por eso, es fundamental revisar nuestros hábitos viajeros: lo ideal es que elijamos disfrutar de productos, servicios y experiencias que garanticen la explotación sustentable de los bienes del destino (patrimonio, fauna y flora incluidos), y que garanticen la no explotación de los trabajadores. ¿Y qué tal si procuramos consumir de forma local? Así, el lugar crecerá en vez de destruirse poco a poco, y todo el mundo podrá ser feliz disfrutando de aquel lugar que tanto te gustó. ¡Incluso tú en el futuro!
SAL DE TU ZONA DE CONFORT
No hemos hecho la maleta para experimentar exactamente lo mismo que vivimos en casa. Viajar nos da la oportunidad de volver a ser niños, de sorprendernos y, sobre todo, de vivir nuevas experiencias, que son las que nos marcan para siempre. E incluso de superar nuestros miedos, y de llevar a cabo aquello que nos resulta extraño, difícil o desconocido. ¿Acaso hay mayor sentimiento de felicidad que el que se desprende de haber llevado a cabo eso que nunca nos atrevimos a hacer? Quizá sea comer insectos, volar en paracaídas o algo tan sencillo como aprender a catar vino como un profesional: lo importante es que llenes tus vacaciones de momentos así, que se convertirán, con el tiempo, en recuerdos inolvidables.
VIAJA, VIAJA Y VIAJA, SIN PONERTE EXCUSAS
Thomas Gilovich, psicólogo e investigador de la Universidad de Cornwell (Estados Unidos) y autor de varios trabajos relacionados con la felicidad, publicó un estudio en el que lo dejaba clarísimo: lo mejor que podemos hacer con nuestros ahorros es invertirlos en experiencias, y no en cosas.
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