El poké bowl tiene todo lo que gusta, si te gusta el pescado crudo, eso sí. Viene en un bol, y sabemos que el bol es el nuevo plato de moda. Está lleno de color, es rápido de comer, pero también de preparar si te quieres lanzar a hacerlo. En tu Instagram es un éxito. Y encaja muy bien con una dieta saludable. Lo puedes ver como un sushi desestructurado, pero tiene mucha historia detrás.

El hecho de haberse convertido en uno de los descubrimientos gastronómicos de los últimos años ha traído consigo un efecto colateral: tanto que en España han proliferado restaurantes dedicados a este manjar con sus propias variaciones y propuestas originales. De ahí que, vayas a donde vayas encontrarás diversos locales en los que innovan con esta receta. Establecimientos que comparten con el Poké Bowl su internacionalidad y su modernidad. Y lo pruebes donde lo pruebes, lo mejor es saborearlo con conocimiento de causa.

¿QUÉ ES?

El poké (pronunciado “POH-keh”) es un plato que empezó de la forma más humilde en Hawai y acabó siendo parte de su identidad. Ahora, su fama ha superado fronteras y se come en todo el mundo, de Nueva York a Madrid.

Poké significa “cortar transversalmente en trozos” lo que traducido a la cocina es, literalmente, pescado crudo cortado en dados. Este es el origen de todo, pero la influencia de las diferentes culturas y tendencias gastronómicas hizo que se le añadiera arroz y otros ingredientes, como la salsa de soja o el aceite de sésamo, dos ingredientes procedentes del recetario japonés. 

“Es la nueva generación del sushi, pero más fácil de comer”. Así lo define la chef californiana Dakota Weiss, que lo sirve en su restaurante Sweetfin Poké en Los Ángeles. La ciudad de las estrellas fue de las primeras en las que descubrieron este plato y lo incorporaron en seguida a su dieta porque es una comida rápida y saludable y, además, colorida y fotogénica, cualidades estas últimas indispensables hoy para convertir una receta en tendencia.

un primer plano de un recipiente de plástico de alimentos

En Madrid, por ejemplo, han abierto locales dedicados en exclusiva a esta receta hawaiana. Aloha Poké, en el barrio de Chueca, la importa desde California, donde vivieron sus dueños y se enamoraron de estos boles. En su menú, tienen recetas ya hechas y también te dejan hacer tu propia combinación de ingredientes. Incluso tienen una versión sin pescado, con tofu, que es también cada vez más habitual entre los vegetarianos.

Otro de los más recientes en llegar es Hawaiian Urban Poké, donde ofrecen la misma fórmula y también se traen el espíritu de las playas californianas a Madrid.

un tazón de ensalada

En Barcelona no tienen que imaginar el espíritu playero, y Poké Maoli fue uno de los pioneros en llevar esta opción de comida rápida a la Ciudad Condal.

Y si por aquí las opciones se multiplican, en ciudades como Nueva York o Miami son casi infinitas. En Nueva York, en concreto, donde las tendencias de comida nacen y mueren en un mismo día, el poké bowl se ha mantenido por lo que apuntábamos más arriba: es saludable, rápido, variado y con opciones asequibles (por supuesto, instagrameable también, pero a un neoyorquino de verdad esto le importa menos).

Algunos de los que no faltan en ninguna lista de los mejores poké bowls de la ciudad, aprobados por hawaianos, son Noreetuh, Chikarashi o la versión fusionada con cocina filipina de 2nd City. Podrías hacerte una ruta por todos los restaurantes de poké en Nueva York y no repetir receta ni una vez.

En el primero, en Noreetuh, recomiendan especialmente el poké bowl de atún. En Chikarashi, el más vendido es el Sichuan Chili Salmon bowl, una variante con influencia japonesa y picante. A 2nd City les diferencia que maceran el arroz con coco por lo que da un sabor especial.

También está Sons of Thunder, donde no escatiman con el aguacate para darle mayor suavidad y color al plato. Y en Maui Onion también lo mejor es optar por la versión picante: el Spicy Tuna Bowl, atún picante con un ligero toque a naranja.

En Miami, el crecimiento de restaurantes hawaianos en los últimos años ha sido aún más fulgurante. Han pasado de casi no tener a integrar el poké bowl en sus dietas. Un dato curioso es que muchos de ellos se concentran en las zonas más emergentes y vivas de la ciudad, como el moderno barrio de Wynwood; o el más lujoso de Brickell. Y prueba de ellos son sitios como PokéBao, donde, como su propio nombre indica, aprovechan para explotar dos tendencias, el poké y los baos; o Poké 305, una opción más clásica. Y Kai – Poke Shop es uno de los favoritos por la frescura y calidad de sus ingredientes.