Con más 5,2 km de longitud, la playa de Muro es una de las más largas de las Islas Baleares. Debido a sus características geográficas, esta franja de la costa mallorquina se divide en cuatro playas: Playa de Muro-Sector I, Playa de Muro-Sector II, Playa de Muro-Es Comú y Playa de Muro-Capellans.
Esta última es uno de los lugares más apreciados por los visitantes autóctonos para el baño. Circundada de dunas y con una longitud aproximada de 430 m, destaca por un rosario de casitas que forman un núcleo que, en el pasado, albergó a algunos capellanes. Un episodio histórico que explica el origen de este topónimo.
En todas las playas mencionadas, el viajero encontrará una fina arena dorada y aguas cristalinas con un oleaje de tranquilo a moderado. Asimismo, están rodeadas de frondosos pinares y son poco profundas, lo que las convierte en una opción idónea para quienes deciden viajar con niños o personas mayores. Y eso no es todo: también cuenta con el distintivo de bandera azul, que reconoce la calidad de las playas, así como su grado de limpieza, seguridad y accesibilidad.
Por otro lado, el municipio de Muro dispone de un gran número de infraestructuras y servicios: hoteles, restaurantes, tiendas de souvenirs y empresas de alquileres de vehículos, sombrillas y hamacas de alquiler en verano.
Tampoco hay que perderse el Parque Natural de S'Albufera, un espacio natural situado al sur de la bahía de Alcudia, y en parte de los términos municipales de Alcudia, Muro y Sa Pobla. Está considerado como el humedal más importante de las Islas Baleares y, en 1987, fue declarado Zona de especial protección para las aves (ZEPA) y Prado de importancia internacional por el Convenio de Ramsar. Hay cinco miradores para la observación ornitológica, desde los que se pueden admirar las casi 300 especies de pájaros inventariadas.
Finalmente, se aconseja dar un relajante paseo por las bonitas calles de Alcudia, con reclamos tan mágicos como la puerta de Xara o portal del Moll. Nuestra recomendación es que aproveches tu visita a este idílico pueblo para seguir el camino de ronda, que es la calle interior del recinto amurallado. Desde lo alto de esta estructura defensiva, gozarás de unas vistas sin parangón sobre Alcudia y la sierra de Tramuntana, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el 2011.