Sin duda, el lugar más icónico de Tenerife es el Parque Nacional del Teide, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el 2007 y donde se halla el volcán del Teide. Conocido entre los lugareños como la montaña de Cheide, sus 3.718 m sobre el nivel del mar convierten en el pico más elevado de España. Una de las opciones para alcanzar su cima es subir en teleférico hasta la estación central, situada a más de 3.500 m de altitud. También merecen una especial atención los llamados Roques de García, extraños caprichos geológicos formados por la acción erosiva del viento.
Otro enclave natural de gran belleza es el Parque Nacional del Drago, que es el principal reclamo turístico de Icod de los Vinos. En él se halla uno de los iconos naturales más importantes de Tenerife: el celebérrimo Drago, un majestuoso árbol de más de 800 años.
Del mismo modo, tampoco hay que pasar alto la capital insular: Santa Cruz de Tenerife. En ella, encontrarás lugares tan interesantes como la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, el principal templo de la ciudad. Sus cinco naves exhiben los estandartes capturados al almirante Nelson durante su ataque a la capital isleña, acaecido en 1797, así como la cruz de Alonso Fernández de Lugo que dio nombre a la ciudad. Asimismo, si tu viaje tiene lugar en verano, podrás refrescarte en las aguas del Atlántico en algunas de las playas de Santa Cruz de Tenerife, tales como los Llanos, Tabaiba, Las Gaviotas o Las Teresitas. Alojándote en nuestro hotel en Santa Cruz de Tenerife, Iberostar Heritage Grand Mencey, no tienes excusa para no darte un relajarte baño en cualquiera de ellas.
A solo 9 km al oeste, se alza San Cristóbal de La Laguna, en el valle de Aguere. Fundada en 1496 a orillas de una laguna ya desecada, se trata de la primera colonia española no fortificada y, actualmente, de la principal ciudad universitaria de Tenerife. Su centro histórico fue declarado en 1999 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y tiene como principal aliciente la catedral de Nuestra Señora de los Remedios, originaria del siglo XVI y de estilo neoclásico.
Desplazándote 36 km al suroeste de Santa Cruz de Tenerife, encontrarás Puerto de la Cruz, una antigua localidad de pescadores que atesora cuatro siglos de historia y que se halla emplazada en el bellísimo valle de La Orotava. Un buen lugar para empezar a disfrutar de esta ciudad es playa de Martiánez, de arena negra, y el lago Martiánez, un complejo de piscinas diseñado por el artista lanzaroteño César Manrique. Y por supuesto, no hay que dejar acercarse hasta Playa Jardín —también obra de Manrique—, el Museo Arqueológico —que abre sus puertas en una casona canaria del siglo xix—, y sobre todo, el Jardín Botánico y el Loro Parque, sin duda los dos buques insignia de la población.
Si eliges alguno de nuestros seis hoteles en Adeje, en Tenerife sur, tendrás a tu alcance las mejores playas de Tenerife, como la de Las Américas, El Camisón, Los Cristianos, Costa del Silencio y Las Galletas, así como el pintoresco municipio de San Miguel de Abona.
Por último, también es recomendable explorar Candelaria. Sita a 26 km de Santa Cruz de Tenerife, esta importante villa marinera y turística es el centro espiritual de la isla, ya que en ella se guarda la imagen de su patrona. Además de acceder a la imprescindible basílica menor de Nuestra Señora de la Candelaria, conviene detenerse en las ermitas de San Blas y Santa Ana.